La ‘nacionalera’, número 2 del PSC
Los socialistas catalanes iniciaron hace unos años un giro hacia el separatismo con el objetivo declarado de convertirse en una pieza fundamental del sistema político catalán tras el ostracismo que vivieron durante los años de plomo del procés, cuando estuvieron a disgusto en la trinchera constitucionalista junto a Ciudadanos y PP. El PSC quería romper la política de bloques -independentistas y unionistas- no para «pasar página» sino para poder pactar con Junts, ERC y la CUP en todo el territorio catalán y sumar nuevas cuotas de poder municipal, provincial y autonómico.
Los frutos de este giro han sido muy rentables: gobiernan en tres de las cuatro diputaciones catalanas con partidos separatistas, pactaron la dirección de TV3 y Catalunya Ràdio con Junts y ERC, han pactado en más ayuntamientos con Junts y ERC que estos dos partidos secesionistas entre ellos y Salvador Illa tiene muchas posibilidades de ser el nuevo presidente de la Generalitat si suma con ERC y Comunes -quien piense que el PSC va a renunciar a esta posibilidad para salvar el trasero a Pedro Sánchez no conocen cómo las gastan a la hora de la verdad los socialistas catalanes-.
Para consolidar este giro separatista, Salvador Illa ha colocado en puestos claves del PSC a dirigentes nacionalistas, a personas que consideran que los catalanes que nos sentimos españoles somos unos «fachas». Esta misma semana ha nombrado a Alícia Romero como número 2 en el Parlament, de cara a las elecciones autonómicas del 12 de mayo. A Romero parte de las bases socialistas la conocen como la nacionalera, porque su adhesión a las tesis soberanistas es total. Ya saben, «Cataluña es una nación», «el pueblo catalán tiene derecho a decidir», «el catalán es la lengua propia de Cataluña», entre otros mantras soberanistas.
Alícia Romero se une al reciente nombramiento de Núria Parlón como portavoz del PSC, que fue elegida para este cargo en el congreso que los socialistas catalanes celebraron hace unos días en Barcelona. Parlón es la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet y en su momento se opuso a la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Como Pedro Sánchez, entonces líder de la oposición, apoyó a Mariano Rajoy en el Senado para que se aprobara, Parlón dimitió como miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE.
¿Quieren más? En marzo de 2016, Núria Parlón participó en un acto organizado por Òmnium Cultural, la entidad que montó con la ANC las marchas norcoreanas de cada 11 de septiembre. Fue en Badalona, ciudad entonces gobernada por la cupaire Dolors Sabater, que también era ponente. Y soltó que «el PSC tiene un problema con el PSOE por el derecho a decidir». Y lo adornó con un «algunos creemos que el PSC debe tener una entidad clara, propia e independiente del PSOE, debe ser real, no debemos diluir en nuestro programa el derecho a decidir».
Así que no les extrañe ver a Salvador Illa al frente de la Generalitat con una TV3 que insulte a los españoles, que siga con la política de exterminio del español en la escuela catalana o que defienda la «autonomía fiscal» de Cataluña. Es el programa oculto de los actuales dirigentes del PSC para ser el partido heredero de CiU como pal de paller -eje fundamental- de la política catalana: que el separatismo considere a los socialistas como parte de su tribu. Y a fe que Illa se lo está ganando a pulso.