Lavacerebros

Lavacerebros

Comunistas bolivarianos e independentistas catalanes comparten en nuestro país la obsesión por adoctrinar a los niños. La última prueba la tenemos en la universidad anticapitalista de Podemos. El sector más radical del partido que dirige Pablo Iglesias ha organizado unos cursos de verano basados en la propaganda más perniciosa con el objetivo de lavar los cerebros de los más pequeños y así tratar de conquistar las mentes en formación de unos ciudadanos que aún no tienen configurada la personalidad ni la capacidad crítica. Algo que también han practicado sin pudor los separatistas en Cataluña tanto en los colegios públicos como en ámbitos deportivos y religiosos.

Sin que sea una novedad, los populistas emparentan así con algunos de los peores regímenes totalitarios. Desde la Venezuela de su padrino y patrocinador Nicolás Maduro, pasando por la Cuba castrista o la Corea del Norte de Kim Jong-un, Iglesias y los suyos tratan de llegar a las personas con mensajes prefijados y sectarios, sea cual sea la edad. Si algo ha caracterizado a Podemos desde su fundación ha sido el pensamiento único supeditado a las directrices del secretario general. De hecho, todo el que lo ha puesto en jaque ha acabado desplazado de los puestos de responsabilidad o, directamente, fuera de la formación. Los morados tratan constantemente de proyectar esta tendencia hacia la ciudadanía.

El medio es la propaganda y, ante su cotización menguante en todas las encuestas, intentan asentar sus postulados con cursos como los que tendrán lugar desde próximo 21 de agosto al 26 del mismo mes en La Granja (Segovia). Allí habrá actividades tan rancias como el «taller de pancarta” o el «cuentacuentos feminista». Por si fuera poco, los menores que asistan participarán en una «marcha» de sesgado carácter político. Podemos demuestra que su plan de instaurar el populismo en España no distingue entre adultos y niños. A los primeros pretende controlarlos mediante el manejo de RTVE; a los segundos, con unos cursos que convertirán Segovia, al menos por unos días, en un remedo de La Habana, Caracas o Pionyang.

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