Irene Montero acusa a la prensa de sus nefastos resultados
La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género del Ministerio de Igualdad de Irene Montero acaba de publicar la Estrategia Estatal para combatir las Violencias Machistas 2022-2025, anunciado como el documento estratégico que guiará la actuación del Gobierno de España para avanzar en la erradicación de las violencias machistas hasta 2025. Las líneas estratégicas en él descritas pretenden «coadyuvar a erradicar la grave vulneración de derechos humanos que supone la violencia que se ejerce contra las mujeres por el hecho de ser mujeres».
Para ello plantean entre sus objetivos ampliar el conocimiento que tiene la sociedad acerca de las violencias machistas, conseguir una mejor coordinación de los mecanismos de prevención, mejorar en la capacidad de respuesta institucional de protección, favorecer el cumplimiento de las obligaciones institucionales en el marco de los derechos de las víctimas y, cómo no, apoyar el papel fundamental de las organizaciones feministas; o sea, repartirse nuestra pasta.
En un apartado dedicado a la «Sensibilización, prevención y detección de las distintas formas de violencia machista», dicho documento contiene una de sus líneas estratégicas denominada «Fortaleciendo alianzas con los medios de comunicación, el sector audiovisual y publicitario como aliados contra las violencias machistas». En dicha estrategia, entre otras acciones que pretenden transformar la sociedad (a su gusto) desde los (nuestros) medios de comunicación, se indica que van a desarrollar «medidas y recomendaciones dirigidas a la sensibilización de los medios de comunicación para evitar mensajes que consolidan el relato del terror sexual»; así como otras «dirigidas a eliminar los enfoques sensacionalistas relativos a las informaciones sobre las violencias machistas»; a «erradicar la violencia simbólica y la violencia cultural ejercida contra las niñas, jóvenes y mujeres»; y a «promover el adecuado tratamiento de las noticias y de la información de entretenimiento sobre violencias machistas que se ofrece por los distintos medios de comunicación». Lamentándose de que «tampoco existe un mecanismo que castigue estas malas prácticas».
Pretende hacer creer Irene Montero que los medios de comunicación tienen alguna responsabilidad en que en los tres años que lleva ella dirigiendo su ministerio las estadísticas de violencia contra las mujeres y agresiones sexuales no hayan hecho más que crecer, al tiempo que ella malgastaba un presupuesto cada vez mayor regando con nuestro dinero sus asociaciones y chiringuitos. Pues le voy a aportar algunos datos estadísticos que sí pueden servir para ayudar a que desciendan esas estadísticas.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la población española a 1 de julio de 2022 es de 47,4 millones de personas, de los que sólo el 11,4% no tienen nacionalidad española. En el mismo documento de Estrategia Estatal para combatir las Violencias Machistas del que estamos hablando se indica que ese 11,4% de población extranjera representa el 28% de los condenados por Violencia de Género, el 32% de los enjuiciados y el 33% de los denunciados. El INE publica también su Estadística de Condenados, a partir de los datos de sentencias firmes proporcionadas por el Ministerio de Justicia. En dicha estadística observamos que, en 2021, del total de condenados por delitos sexuales, el 29,4% eran extranjeros y en el caso concreto de las agresiones sexuales esta incidencia sube hasta el 45,6%. Concretamente, el 41,5% de los extranjeros condenados por agresiones sexuales tienen nacionalidad africana y el 30,8% americana.
Asimismo, un estudio sobre agresiones sexuales en casos en los que no había vínculo previo entre víctima y agresor, publicado por el Ministerio del Interior, que fue realizado por el Instituto de Ciencia Forense y Seguridad de la Universidad Autónoma de Madrid en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, puso de manifiesto que los extranjeros cometieron el 69% de las agresiones sexuales en grupo y el 48% del total, cuando agresor y víctima no se conocían.
Nadie discute que sea necesario educar y concienciar contra unos comportamientos machistas que en nuestra sociedad ya no tienen cabida. Ni tampoco se pone en duda que los medios de comunicación tengamos que contribuir a desterrar para siempre esos indeseables comportamientos. Pero mientras Irene Montero a lo único que se dedique sea a repartir cada vez más millones de nuestro dinero entre sus chiringuitos mientras legisla para rebajar las condenas a los violadores y su gobierno se niega a poner remedio a una inmigración ilegal, que es indiscutiblemente la principal responsable del incremento en las cifras de violencia contra las mujeres; la obligación de los medios de comunicación libre para, como ella dice «avanzar en la erradicación de las violencias machistas» seguirá siendo dar esta información. Los medios de comunicación libre no somos una herramienta que Irene Montero pueda usar para transformar la sociedad a su gusto, estamos aquí para informar y opinar sobre su nefasta gestión, los millones de euros que malgasta y los 138 delincuentes sexuales que a esta hora han visto ya rebajadas sus condenas, gracias a ella.