Editorial

Hay que volver a prohibir los cortos ya

Hay que volver a prohibir los cortos ya

El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Sebastián Albella, ha vuelto a autorizar las posiciones cortas desde este martes, lo que ha provocado fuertes caídas en el Ibex 35 y ha hecho que compañías de gran solvencia como ACS y Telefónica cayeran cerca de un 9% o el Santander más de un 5%.

La CNMV debe prohibir de nuevo, cuanto antes, las posiciones cortas en Bolsa, que sirven para la especulación de algunos inversores, que aprovechan los momentos de debilidad, en los que calculan que el mercado va descender, para sacar la máxima rentabilidad y proteger su cartera generando una distorsión de precios y más incertidumbre en momentos de alta volatilidad.

Si la prohibición de las posiciones cortas podría haberse extendido durante por lo menos dos meses más, con la grave crisis económica a la que se enfrenta a España -la peor desde la Guerra Civil-, no tenía sentido devolver la normalidad a un mercado que, ya de por sí, permite anomalías como que compañías robustas sufran fuertes castigos en su cotización por la única razón de que hay especuladores que pretenden hacer caja y no porque tengan algún problema en sus fundamentales.

Aunque este movimiento del regulador español ha sido similar al que se ha producido en otros países europeos, la decisión de Albella ha llegado en muy mal momento. La CNMV debe rectificar y plantearse su decisión sobre las posiciones cortas de forma seria.

Aunque se puede argumentar que los movimientos a corto en Bolsa no perjudican al pequeño ahorrador si no venden sus acciones antes de tiempo, la realidad es que en una recesión como la actual muchos ciudadanos, pequeños empresarios y autónomos que levantan el país día a día con su trabajo, necesitan liquidez para afrontar una situación excepcional, en la que las ayudas del Gobierno no terminan de llegar y en la que los bandazos del Ejecutivo están provocando una falta de credibilidad sin precedentes en la economía española. En pocos meses nos estamos jugando el futuro de las futuras generaciones. Los pequeños ahorradores pueden llegar a perder los ahorros de toda una vida.

En una crisis coyuntural como la actual permitir los movimientos a corto puede convertirse en un grave problema estructural, puesto que las compañías viables que sufren por el efecto de la pandemia pueden verse muy dañadas por culpa de los bajistas. Aunque en circunstancias normales las posiciones bajistas pueden servir en algunos casos para mejorar algunos proyectos de inversión, deberían prohibirse en momentos que, como los que estamos viviendo, vienen acompañados por anomalías del mercado especulativo, dañando aún más si cabe al tejido productivo.

Las posiciones cortas deberían de prohibirse como mínimo mientras dure el estado de alarma y habría que replantearse si durante más tiempo o de forma definitiva.

Lo último en Opinión

Últimas noticias