Desparrame gubernamental
Esos 20 rollos vomitivos que nos largó Sánchez en sus homilías mal leídas, de nada le sirvieron. El autobombo acabó en decepción, sin lograr engañar a nadie de que él era, el héroe que derrotó al virus, título que quiere arrogarse a pesar de “la gestión horripilante que ha hecho el Gobierno de la pandemia” (Luis Herrero). Cincuenta mil fallecidos han vuelto de sus tumbas para certificar que las ridículas fantasías de este presidente tan inepto como fatuo, sólo son patrañas. Aquel que cree ser un héroe hoy anda de capa caída y se le reconoce como el enterrador. Los rebrotes, han dinamitado su credibilidad, los laureles que adornaban sus sienes, han desaparecido. Confundir Moncloa con Olimpo es la vía más rápida hacia el manicomio.
Cambridge, la Universidad con más prestigio del Reino Unido, pues Oxford ocupa el segundo lugar en honores y logros, sitúa a España en el último lugar de los gestores de la pandemia. De entre 33 países somos el peor clasificado. De ahí que, la patrocinada por Sánchez a liderar el Eurogrupo Nadia Calviño, fuera devuelta embalada en paja y vía express, al ser vista como un producto social-comunista algo nocivo. Así sacrificó el susodicho iluminado a una ministra cuerda. Parece obvio que el que está mal visto en la UE es el mandatario. No entiendo porqué no mandó a Bruselas a Irene Montero, que aquí no pinta nada. Supongo que debido a la crítica que hizo Lidia Falcón, una feminista de verdad, al acusar a Iglesias “de haber creado un ministerio para que Irene se divierta con su pandilla”, ¡Jo, tía!
Sigamos con el desparrame. La impresión que da Sánchez en Europa es que está a merced de los acontecimientos y de sus avaros socios que esperan que se subasten pronto los 140.000 millones prometidos. En cuanto lleguen esos millones, que no serán tantos, el núcleo duro de tales dudosos amigos del presidente, formado por bolcheviques, etarras y demás separatistas, rubricarán la nueva versión del entierro de Zorba el griego: ¡A trincar y viva el despelote! Y como al inepto se lo ocurra no darles hasta el último millón que exijan, lo sacarán a patadas de Moncloa. Por qué, si no, el holandés, el sueco, Merkel y los satélites frugales del Eurogrupo, le han puesto cara de perro al cisne en su patética gira veraniega. Nadie confía en Sánchez, ni tan siquiera él. Y Trump, en su último discurso, lo ha dejado claro: “Los Estados Unidos no quieren oír hablar de socialistas y comunistas”.
Tres buenas noticias para que el desparrame no sea total. La UE nos prestará, no regalará, la pasta, que no quiere transferencias directas que no vayan a ser devueltas, (las cuentas que presente este caótico Gobierno serán supervisadas con lupa). La vacuna contra el virus, cada día que pasa, está más cerca. El Real Madrid ha ganado la Liga, ahora va a por la Champions.
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