Gran bombazo bajo el océano: reaparece una especie de coral que se consideraba extinta desde hace 24 años
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Tras más de dos décadas sin rastro, una especie de coral considerada extinta ha sido redescubierta con vida en el archipiélago de Galápagos.
Este suceso marca un antes y un después para los investigadores que estudian la resistencia de los ecosistemas marinos frente a los efectos del cambio climático. ¿Quieres saber cómo es este coral?
Redescubrimiento del coral solitario de Wellington tras 24 años
El protagonista de este descubrimiento es el Rhizopsammia wellingtoni, también conocido como coral solitario de Wellington, una especie endémica de Galápagos cuya presencia no se confirmaba desde el año 2000.
En 2007, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo había catalogado como «En peligro crítico (posiblemente extinto)». En 2024, un equipo de buzos liderado por la bióloga marina Inti Keith, de la Fundación Charles Darwin, documentó decenas de colonias vivas en varios puntos de las islas.
El estudio, publicado en la revista Marine Biology, describe más de 300 colonias distribuidas en zonas como Cabo Douglas, Tagus Cove, Playa Tortuga Negra y Punta Vicente Roca. Los investigadores observaron dos variaciones de color: una de tono negro violáceo y otra con matices rojizos.
El descubrimiento no fue producto del azar, sino de un programa de monitoreo de arrecifes que lleva dos décadas en marcha. Esa constancia permitió identificar hábitats específicos donde el coral podría haberse refugiado sin ser detectado.
Supervivencia del coral Rhizopsammia wellingtoni ante eventos climáticos extremos
La reaparición del Rhizopsammia wellingtoni ha generado nuevas hipótesis sobre su capacidad de adaptación. Según informa Earth.com, los expertos creen que el coral sobrevivió en zonas más profundas y frías durante los eventos de El Niño y La Niña, que alteran drásticamente las temperaturas oceánicas.
Durante el fuerte episodio de El Niño de 1982-1983, las aguas de Galápagos se calentaron tanto que la mayoría de las colonias desaparecieron de los registros. Sin embargo, se sospecha que algunas lograron subsistir en refugios mesofóticos (ecosistemas profundos entre 30 y 300 metros), donde las condiciones son más estables.
Entre 2020 y 2023, una inusual secuencia de tres años consecutivos de La Niña enfrió las aguas del Pacífico tropical, creando el escenario perfecto para que el coral reapareciera en zonas menos profundas.
Este fenómeno refuerza la teoría de que ciertos organismos marinos pueden resistir si existen «refugios térmicos» en el ecosistema.
Conservación y monitoreo del coral de Galápagos para proteger especies sensibles
El éxito de este redescubrimiento no sólo simboliza esperanza, sino también una advertencia. Aunque el coral está vivo, su población sigue siendo escasa. Los científicos subrayan la necesidad de continuar con el monitoreo de largo plazo y de reforzar las medidas de conservación de los arrecifes de Galápagos, uno de los entornos más sensibles al calentamiento global.
Además de su valor ecológico, el Rhizopsammia wellingtoni cumple un rol fundamental como refugio para peces, invertebrados y microorganismos marinos. Su recuperación podría ayudar a restaurar el equilibrio de los hábitats coralinos del archipiélago.
Actualmente, un equipo de la Academia de Ciencias de California está analizando el ADN de las colonias para determinar su conectividad genética y orientar futuras estrategias de restauración.