Expertos gallegos piden detener la captura de avispas asiáticas con estas trampas, pese a ser una especie invasora

Hay especies invasoras muy destructivas. Por ejemplo, en Europa las avispas asiáticas son un animal exótico que ha generado muchos problemas. Sin embargo, parece que no las estamos combatiendo correctamente.
Por extraño que suene, las trampas que utilizamos en Galicia y otras regiones de España podrían causar más daño del que evitan. Esto es lo que ha advertido un grupo de investigadores gallegos.
El estudio lo han publicado en la revista científica Pest Management Science, y concluyen que este método de control no sólo resulta ineficaz, sino que además amenaza gravemente a otras especies de insectos beneficiosos.
La invasión de avispas asiáticas y los problemas que genera
La avispa asiática es una de las especies exóticas invasoras más problemáticas en Europa, y ha colonizado en apenas una década gran parte del norte y oeste de la península ibérica.
Además, tiene consecuencias para la economía. Su presencia supone un fuerte impacto para la apicultura, ya que depreda abejas melíferas; y sobre sectores agrícolas como la producción de frutas y uvas.
A nivel sanitario también tiene un peligro: sus picaduras pueden provocar reacciones alérgicas severas, lo que ha generado una gran alarma entre la población.
Ante este escenario, tanto las administraciones locales como la Junta de Galicia promovieron activamente el uso de trampas caseras y comerciales con cebo líquido.
Estas trampas buscan atraer a los ejemplares adultos y atraparlos mediante embudos o barreras. Sin embargo, los expertos alertan de que ninguno de estos dispositivos es selectivo, y que más del 90% de los insectos capturados pertenecen a otras especies.
Las trampas contra las avispas asiáticas no reducen el daño en los viñedos
Según la investigación, el trampeo no logra disminuir los daños que la avispa asiática causa en los viñedos gallegos. Los científicos comprobaron que no existen diferencias significativas entre las zonas con trampas y aquellas sin ellas, incluso cuando se colocan en grandes densidades.
Además, descubrieron que el porcentaje de avispas capturadas frente al total de insectos varía notablemente a lo largo del año y entre modelos de trampa, pero sin relación alguna con el nivel de afección en los cultivos.
En primavera, hasta un 95% de las capturas son de otros insectos, incluidos muchos polinizadores, mientras que en las semanas previas a la vendimia esa cifra desciende al 3%.
Estos resultados indican que el impacto ecológico del trampeo puede ser muy alto, ya que afecta a grupos de insectos cuya función es clave para los ecosistemas y para la agricultura misma.
Por qué los expertos gallegos quieren acabar con el trampeo masivo
Los técnicos gallegos han desarrollado técnicas para acabar con especies invasoras, pero en esta ocasión los autores del estudio han apelado al principio de precaución.
Es decir, no tomar ninguna medida con un potencial impacto negativo sin pruebas científicas sólidas que demuestren su eficacia. En este caso, no existe evidencia de que las trampas reduzcan la población de avispas asiáticas ni los daños que provocan.
Por ello, piden a las autoridades, al sector agrícola y a la ciudadanía reconsiderar el uso de estas trampas y apostar por estrategias más sostenibles y científicamente avaladas.