Alzheimer en perros y gatos: síntomas de la disfunción cognitiva
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En España, entre un 3% y un 4% de las personas de entre 75 y 79 años sufren alzheimer. Esta cifra aumenta hasta el 34% en los mayores de 85 años. Hay quienes desconocen que los perros y gatos también pueden sufrir una condición muy similar al alzheimer, que recibe el nombre de disfunción cognitiva.
Disfunción cognitiva
Tal y como explican los expertos, es una condición que, del mismo modo que ocurre en humanos, se da en mascotas mayores. Uno de los primeros síntomas de la disfunción cognitiva es la desorientación, incluso en el entorno familiar.
Además, presentan un ciclo de sueño anormal. Normalmente, duermen más durante el día y menos durante la noche. También es común que pierdan el interés por actividades que antes les apasionaban.
Ahora bien, muchos de estos síntomas también pueden estar provocados por otras enfermedades. Por lo tanto, ante la más mínima sospecha de que algo no va bien, hay que llevar al perro o al gato al veterinario para que le haga un chequeo.
Causas
En lo que respecta a las causas de la disfunción cognitiva en mascotas, en la gran mayoría de casos esta condición se da por diferentes factores. El principal es el daño oxidativo a las células cerebrales. En perros, la proteína B-amiloide forma placas dentro del cerebro, las cuales contribuyen al encogimiento del cerebro y la muerte celular.
Síntomas
El alzheimer en personas y la disfunción cognitiva en perros y gatos muestran síntomas muy similares. Ambas condiciones dan lugar a cambios en el comportamiento.
Los cambios que se observan en el cerebro también son muy parecidos, hasta el punto de que se utiliza a los perros para estudiar la enfermedad en humanos.
Las primeras señales son sutiles y difíciles de detectar. El Doctor Lorie Huston explica lo siguiente: «Los dueños a menudo asumen, incorrectamente, que no se puede hacer nada para ayudar, que su mascota simplemente está envejeciendo. El mejor consejo que le puedo dar a cualquier dueño de una mascota es que consulte a su veterinario si nota algún cambio en el comportamiento de su mascota en casa, por menor que parezca la alteración», según recoge ‘La Razón’.
Cuidados
La alimentación es clave en el cuidado de perros y gatos que sufren esta condición. Hay que proporcionarles alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas C y E, y ácidos grasos.
El enriquecimiento del comportamiento es fundamental: pasar más tiempo interactuando con la mascota, jugar con regularidad… Cosas tan sencillas como esconder la comida y dejar que el animal la encuentre pueden ser de gran ayuda.