PSOE y Podemos también quitan “por franquista” la calle de Palma dedicada a Toledo
El Ayuntamiento de Palma, gobernado por el tripartito de PSOE, Podemos y Més per Mallorca, ha quitado el nombre de la calle Toledo en aplicación de la Ley de Memoria Histórica que permite renombrar viales que hagan exaltación del franquismo. Además, de contra almirantes de la batalla de Trafalgar (1805) y la guerra de Cuba (1898), el Consistorio de la capital de Baleares la toma también contra la que fuera capital de España hasta 1561.
El Gobierno de Palma proscribe así a la que fue la capital del reino de España durante muchos años, una ciudad famosa por ser cuna de un cruce singular de culturas en la que convivían pacíficamente cristianos, árabes y judíos. Ahora, la calle de Toledo pasará a denominarse calle de Rafael Valls en honor a un criptojudío del siglo XVII. Desde el Gobierno de la capital de Baleares consideran que la hoy capital de Castilla-La Mancha remite a la batalla que registró en la Guerra Civil. Por eso meten a esa ciudad en el mismo saco que los municipios de Brunete (Madrid) y Alfambra (Teruel).
La polémica ha estallado cuando ha transcendido que pierden sus calles dos almirantes de la batalla de Trafalgar de 1805, otro que comandó la escuadra perdida en la guerra de Cuba de 1898 y un arquitecto mallorquín. Todos estos son fascistas según el Ayuntamiento de Palma. “Estamos convencidos de que eliminar símbolos fascistas del espacio público es avanzar en democracia”, ha asegurado el primer edil de Palma en las redes sociales, donde ha recibido cientos de mensajes de repulsa en los que directamente se le llama “analfabeto”.
José Hila considera “fascista” a Cosme Damián Churruca, nacido en 1761, 131 años antes de que viera la luz en El Ferrol Francisco Franco (1892) y 102 años antes del nacimiento del italiano Gabriele d’Annunzio, creador del movimiento fascista que luego elevó a su esplendor su compatriota Benito Mussolini. Churruca falleció en 1805 en la batalla de Trafalgar combatiendo contra la armada del comandante Nelson y está considerado un héroe de guerra, al igual que el también almirante Federico Gravina, que tras sobrevivir a Trafalgar en 1805 fallecería un año más tarde en Cádiz.
También resulta complicado explicar el origen fascista del almirante Pascual Cervera Topete, nacido en 1839 en Cádiz y fallecido cuando Franco tenía 11 años, en Puerto Real en 1909. Pascual Cervera, considerado el último gran héroe de guerra español, participó en la contienda bélica con Cuba de 1898.
Otro de los señalados es el arquitecto mallorquín José de Oleza, que proyectó numerosas iglesias y edificios públicos en Baleares y que dirigió una importantísima reforma urbanística en Manacor en 1944.
En cuanto al procedimiento para elegir las calles, el Ayuntamiento ha asegurado que el nomenclátor de Palma menciona que las administraciones públicas, cuando son competentes, han de retirar símbolos, leyendas y menciones franquistas.
Se apoyan en una Comisión de Toponimia que, esgrimen, analizó esta cuestión y consideró que se debían modificar diez nombres de calles de Palma, todas ellas incluidas en el censo de símbolos, leyendas y menciones franquistas, por lo que se acordó su cambio.
No obstante, se decidió mantener los nombres de las calles del Obispo Miralles, de Francesc Suau, de Gabriel Cortés y Gabriel Fuster Mayans ‘Gafim’, porque no responden a «la finalidad de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, la Guerra Civil y la represión de la dictadura», como indica la Ley.
Según ha indicado el Consistorio, estas cuatro calles reconocen los méritos y la trayectoria de las personas a las que se dedicaron, por lo que se acordó pedir más información a la Comisión Técnica del Gobierno para que resuelva si se mantienen o se cambian. Por el contrario, los héroes españoles que vivieron mucho antes de que naciera el dictador Franco ven manchada su imagen tras las modificaciones en el callejero.
De esta forma, el Ayuntamiento de Palma bautizará viales de la ciudad con el nombre de la filóloga Aina Moll, la sindicalista Francesca Vidal y la política Federica Montseny. Con esta medida, dicen, el Consistorio busca avanzar en democracia e igualdad, así como cumplir con la Ley de Memoria Democrática de 2018. Una norma que sólo contempla retirar calles a elementos que exalten la Guerra Civil y la dictadura, no militares de épocas pretéritas. Sin embargo, el tripartito de Palma dice que sienten la «obligación moral» de eliminar estos símbolos de los espacios urbanos de Palma.
Esta actuación del Ayuntamiento costará 40.000 euros a los vecinos. Para agilizar las gestiones de los negocios que se encuentran en estas calles, el Ayuntamiento destinará esa cantidad de dinero para trámites.