Mónica García, la líder de la izquierda ‘caviar’ que mamó el comunismo y la medicina desde la cuna
La líder de Más Madrid, Mónica García, mamó desde la cuna lo que más tarde se convertirían en dos de los principales hilos conductores de su vida adulta: el comunismo y la medicina. Hija de psiquiatras y oriunda del acomodado barrio del Retiro de Madrid, donde continúa viviendo a día de hoy, siguió los pasos de sus padres al matricularse en la carrera de Medicina.
Pero también continuó la estela familiar en cuanto a inquietudes políticas se refiere. Su padre, Sergio García, fue diputado en la Asamblea de Madrid en la primera legislatura, entre 1983 y 1987, por el Partido Comunista.
Casada con un empresario y madre de tres hijos de 13, 11 y 8 años, Mónica García, se recuerda a sí misma en su infancia y juventud como «una empollona en chándal». Practicaba atletismo y pasaba sus veranos en la Sierra de Madrid en una casa que le ha dado problemas últimamente porque se encuentra edificada en un terreno irregular.
Inició su andadura política en 2012 de la mano de las mareas blancas, como se conoce a las movilizaciones de sanitarios contra la gestión del entonces consejero del ramo, Javier Fernández-Lasquetty. Precisamente, el nombre de Mónica García comenzó a hacerse conocido entre el gran público por un desafortunado episodio con Lasquetty en la Asamblea de Madrid, a quien simuló pegar un tiro dentro del Hemiciclo en octubre de 2020.
En ese momento, García ya llevaba como parlamentaria desde el año 2015, cuando entró en la Cámara autonómica con Podemos. Un partido del que más tarde renegaría dando el salto a su escisión de Más Madrid en 2019, abanderada por Íñigo Errejón. Además, Mónica García despellejó a la formación morada en su libro de memorias publicado el año pasado, Política sin anestesia (Plaza & Janes Editores, 2022), donde escribió que el partido de Pablo Iglesias se fue convirtiendo poco a poco en «un proyecto autorreferencial exclusivo y excluyente».
También es célebre el rotundo ‘no’ que le dio a Iglesias, quien le pidió ir juntos a las elecciones del 4 de mayo de 2021, las primeras en las que Mónica García fue cabeza de lista por Más Madrid después de haber ganado peso en la Cámara de Vallecas a lo largo de la pandemia. «Las mujeres estamos cansadas de hacer el trabajo sucio para que en los momentos históricos nos pidan que nos apartemos», le espetó.
«Médico y madre», como se autopresentó en esos comicios, en los que consiguió auparse como jefa de la oposición al lograr 24 escaños y superar en número de votos al PSOE, ha ido adquiriendo notoriedad por sus enfrentamientos con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pero también por diferentes incidentes como cuando cobró de manera irregular de la Asamblea de Madrid 13.000 euros o, más recientemente, cuando pidió la dimisión del vicepresidente madrileño, Enrique Ossorio, por cobrar el bono social térmico que resultó que ella también cobraba.
Aunque a lo largo de los últimos años Mónica García declaró en diversas ocasiones su intención de no abandonar los quirófanos -trabajaba como anestesista en el Hospital 12 de Octubre de Madrid y lo compaginaba con la política-, el año pasado decidió colgar definitivamente la bata blanca y se pidió una excedencia para dedicarse por entero a confrontar con Ayuso, a quien estas elecciones pretende desbancar como presidenta de la Comunidad.