La alcaldesa de Getafe obliga a los hosteleros a retirar sus estufas pese a ser «la última salvación»
El Ayuntamiento de Getafe, gobernado por la alcaldesa Sara Hernández (PSOE), está obligando a los hosteleros locales a retirar sus estufas de las terrazas a pesar de que son «la última medida para salvarnos de la ruina total». «Es desesperante. Las terrazas calefactadas son la única entrada de ingresos. Doy empleo a 30 personas que tendré que despedir si esto sigue así», explica un empresario a OKDIARIO.
Se trata de una ofensiva contra los pequeños hosteleros que hace peligrar aún más su supervivencia. «La han tomado contra las estufas en la calle y están condenando a muerte a muchos empresarios y a sus empleados. Cómo se nota que ellos no tienen deudas con Hacienda o no tienen que pagar mes a mes decenas de nóminas. Anteponen el medio ambiente a los sueldos de los getafenses», lamenta este pequeño empresario que recuerda que más de una cuarta parte de los habitantes de la localidad se dedican al sector.
La Policía Local de Getafe, por orden del Gobierno municipal de PSOE y Podemos, ha ordenado retirar pérgolas y estufas a quienes consideran que incumplen la normativa. Aunque los empresarios llevan meses esperando una licencia, el Ayuntamiento no responde. Ante ese silencio administrativo, los hosteleros han comprado con fondos propios los aparatos para calentar a sus clientes. «Es un sinsentido, hace poco recibí la autorización para el año 2019. En 2021 recibiré la licencia para colocar estufas en 2020, cuando ya no hagan falta. En el Consistorio apenas hay dos funcionarios para cientos de expedientes. No hay voluntad política para ayudar a los que generamos empleos, a pesar de todo lo que dice el Gobierno central», lamenta esta fuente.
Tal como muestra este emprendedor con documentación oficial, el concejal de Urbanismo, Modernización y Transparencia el pasado 9 de diciembre de 2020 ha dictado una resolución en la que ordena «que el Servicio de Inspección de Vía Pública y Policía Local inicie un seguimiento continuo».
El concejal amenaza con el cierre directo del local: «[Los funcionarios] pueden incluso acordar medidas provisionales consistentes en la suspensión temporal de actividades, suspensión temporal de servicios por razones de sanidad, higiene o seguridad y cierre total de servicio». Todo ello de forma «independiente a la incoación del correspondiente expediente sancionador para comprobar si continúan los incumplimientos relativos a la instalación de conjuntos de mesas y sillas adosadas a la fachada del edificio incumplimiento lo dispuesto en el artículo 5 de la Orden del Ministerio de Vivienda 561/2010 y la instalación de elementos no autorizados (estufas) ocupando la vía pública».
Este pequeño empresario señala que, por el contrario, el Ayuntamiento de Madrid ha dado muchas más facilidades a los bares y restaurantes en la capital. Ha detectado que las terrazas de esa ciudad están mucho más llenas que las de Getafe gracias a las ampliaciones y a las estufas. El mismísimo chef Dabid Muñoz, pareja de la televisiva Cristina Pedroche, ha dado las gracias a José Luis Martínez-Almeida y a Isabel Díaz Ayuso por haber hecho «lo máximo posible» por cuidar al sector a pesar de la dura pandemia del coronavirus.
Por el contrario, en el municipio de Getafe, que replica la fórmula de Gobierno que sustenta el Consejo de Ministros, ha lanzado una «persecución» a los hosteleros, tal como lo definen los afectados. Con la máxima crudeza señalan que están «desesperados» y este empresario, en concreto, que necesita «pastillas para poder dormir». «Es una vergüenza que Podemos trate de hacer política con esto, es el momento de sobrevivir», apunta esta fuente.
«No quiero ser la voz de nadie, no voy de sindicalista ni de asociaciones, quiero salvarme a mí y a mis trabajadores. No tiene ningún sentido ni lógica la persecución que sufrimos tras el fin del estado de alarma. Hemos podido reabrir algunos propietarios pero otros muchos ni lo han hecho ni lo podrán hacer nunca jamás», expone en conversación telefónica con este periódico.
«Es inhumano»
Lamenta que «la persecución por parte de la Policía Local que hemos sufrido es inhumana». Considera que vive «una coacción constante». No obstante, reconoce que los agentes son unos «mandados»: «Hay que decir en su favor, en este caso, que ellos son meros trabajadores que cumplen las órdenes de sus superiores. Por encima tienen a un comisario y obviamente detrás siempre hay un concejal que nos apunta a los pequeños y medianos emprendedores». Explica que en una semana, los efectivos policiales se pasan «10 veces» revisando aforos y pidiendo una vez tras otra la misma documentación.
«El 100% de la hostelería nocturna está con la soga al cuello. Los policías vienen y cuentan las mesas, las sillas… todo está bien, pero vuelven horas después a repetir la operación. Los mismos agentes dicen que es incomprensible que les encarguen estas funciones», apostilla.
«No puede ser que nosotros, que luchamos por no hacer crecer el paro, se nos ponga en la diana para poder seguir recaudando. Nos ponen multas de hasta 1.000 euros sólo por tener unos pocos clientes 15 minutos después de la hora del cierre», lamenta. «Deberían dar facilidades a los pequeños emprendedores que con nuestros negocios frenamos la sangría económica y no seguir a despidiendo a los empleados», zanja.