La persecución de Getafe a los hosteleros: «Nos estamos hipotecando y sólo nos ponen trabas»
«Pido que nos quite la soga del cuello o que la apriete del todo». Con esa crudeza se manifiesta Francisco uno de los empresarios de la hostelería en Getafe que sufre «una auténtica persecución» por parte del Ayuntamiento liderado por Sara Hernández (PSOE). Este «pequeño emprendedor», tal como se define, tiene cinco locales en Getafe y da empleo a 30 personas, pero está a un paso de dejarlo todo por las estrecheces que provoca la crisis del coronavirus que empeoran desde el Gobierno local.
«No quiero ser la voz de nadie, no voy de sindicalista ni de asociaciones, quiero salvarme a mí y a mis trabajadores. No tiene ningún sentido ni lógica la persecución que sufrimos tras el fin del estado de alarma. Hemos podido reabrir algunos propietarios pero otros muchos ni lo han hecho hacer ni lo podrán hacer nunca jamás», expone en conversación con OKDIARIO.
«Es inhumano»
Francisco lamenta que «la persecución por parte de la Policía Local que hemos sufrido es inhumana». Considera que vive «una coacción constante». No obstante, reconoce que los agentes son unos «mandados»: «Hay que decir a su favor, en este caso, que ellos son meros trabajadores que cumplen las órdenes de sus superiores. Por encima tienen a un comisario y obviamente detrás siempre hay un concejal que nos apunta a los pequeños y medianos emprendedores». Explica que en una semana, los efectivos policiales se pasan «10 veces» revisando aforos y pidiendo una vez tras otra la misma documentación.
«El 100% de la hostelería nocturna estén con la soga al cuello. Los policías vienen y cuentan las mesas, las sillas… todo está bien, pero vuelven horas después a repetir la operación. Los mismos agentes dicen que es incomprensibles que les encarguen estas funciones», agrega. Francisco apunta que habla por Getafe, municipio donde tiene sus locales, pero este drama «se extiende a otros municipios cercanos».
«No puede ser que nosotros, que luchamos por no hacer crecer el paro, se nos ponga en la diana para poder seguir recaudando. Nos ponen multas de hasta 1.000 euros sólo por tener unos pocos clientes 15 minutos después de la hora del cierre», lamenta. «Deberían dar facilidades a los pequeños emprendedores que con nuestros negocios frenamos la sangría económica y no seguir a despidiendo a los empleados», prosigue.
Defiende que los policías «tienen que estar a lo importante, a perseguir los botellones o los bodas y comuniones con más de 200 personas». Así, carga las tintas contra «descerebraos que se crecen algo llamándose ‘empresarios’ que están discotecas incumpliendo todas las normas de seguridad. A esos hay que perseguir. Por culpa de esos ‘empresarios’ de la noche el 90% del sector se ha ido a pique. A esos cuatro las autoridades sí les tenían que precintar».
«¿Merece la pena?»
«Aparte de la cultura que también lo está pasando muy mal, la hostelería está en un momento crítico. Tenemos dos opciones: cerrar los locales o quitarnos la vida. Hay noches que me pregunto si me merece la pena seguir viviendo, desde el 14 de marzo sólo me ayudan a dormir las pastillas», relata para asegurar, a continuación, que no pretende hacerse «la víctima».
Ante la falta de ayuda del Gobierno apunta: «Podemos bajar la persiana provisionalmente o en lugar de hacer un ERTE, hacer un ERE definitivo con todos los trabajadores, que parece que es lo que quisieran». Lamenta que a pesar del «sacrificio» de que «levantarse cada día para arrimar el hombro» resulta «imposible seguir pagando a los trabajadores».
Falta de ejemplaridad
En este punto carga, contra la clase política de este país. «Desde el estado de alarma no he visto a ningún político en algún ERTE. Todos los diputados durante tres o cuatro meses cobrando sus sueldos íntegros sin hacer nada. Es una auténtica vergüenza. Los que apenas tenemos poder o nuestra economía está constantemente bailando somos el objetivo y la diana de ellos», valora este pequeño empresario.
«Hablar de subir los impuestos a todos en general, a pequeños y medianos empresarios, cuando estos mismos políticos son los responsables de que haya cientos de familias que no han cobrado el ERTE desde marzo, es indigno. Ni siquiera renuncian a las dietas. Tienen todos los privilegios dese el primer día de la crisis. Somos la vergüenza de Europa. Sólo saben perseguirnos como si fuéramos la peste, así me siento yo», expone.
En este punto, lanza una sugerencia. «Si tuvieran dignidad, deberían dejar sus despachos para que nos gobiernen gestores. Es lo que este país necesita. Sólo pueden salvar la crisis los científicos, los médicos, las enfermeras… pero no ministros, diputados o alcaldes, me da igual del color que sean. Todos en casa, lo único que hacen es apoyar un botón a favor o en contra, si es algo de los míos o de los contrarios», finaliza.