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¿Se puede adelgazar sin hacer ejercicio?

¿Mito o realidad? ¿Se puede bajar de peso sin hacer ejercicio?

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¿Mito o realidad? ¿Se puede bajar de peso sin hacer ejercicio?

El sueño de todo el que quiere bajar de peso es poder hacerlo sin hacer ejercicio, ya sea por pereza o por falta de tiempo como para poder hacerlo de forma constante para obtener los mejores resultados. ¿Es realmente posible adelgazar sin hacer ejercicio? Hoy analizamos esta cuestión al detalle para saber si es algo que se puede conseguir o si en realidad es una utopía.

¿Es posible adelgazar sin hacer ejercicio?

La premisa básica para poder bajar de peso es que tienes que quemar más calorías de las que consumes, o bien consumir menos de las que quemas, lo que es exactamente lo mismo. Si en tu día a día gastas 2.000 calorías en ir al trabajo y hacer tus rutinas cotidianas, si quieres adelgazar sin hacer ejercicio deberás comer menos de esas 2.000 calorías para que el cuerpo note la diferencia calórica y se pierda algo de peso, por poco que sea.

Este pequeño truco puede ser efectivo si necesitas perder un par de kilitos y no tienes prisa, ya que lo harás lentamente, pero sin duda no es muy recomendable si quieres perder mucho peso porque tardarías una eternidad. Para cifras altas o pérdidas rápidas lo mejor es incluir al menos 30 minutos de ejercicio diario en tus rutinas, y por supuesto que tus hábitos alimenticios sean totalmente saludables.

Para poder adelgazar sin hacer ejercicio debes modificar tu alimentación para seguir una dieta baja en calorías que te permita perder grasa, pero hazlo siempre con el consejo profesional de tu médico o especialista. Apuesta siempre por alimentos bajos en grasa y que sean muy ricos en nutrientes, descartando además todo tipo de azúcares y harinas, principalmente. Frutas y verduras son tus grandes aliadas si quieres comer rico y saludable con un gran aporte nutritivo pero muy pocas calorías.

Aunque muchas dietas prescinden de los carbohidratos, lo cierto es que no es recomendable hacerlo, pero sí cambiar a su versión integral. Consúmelos en desayuno o comida, nunca en merienda o cena ya que tu organismo no tendrá tiempo suficiente de procesarlos bien antes de que te acuestes.

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