El Tsunami Democràtic de Puigdemont debía convocar el asalto al Parlament dirigido por los terroristas CDR

Puigdemont
Carles Puigdemont junto al terrorista de Terra Lliure Frederic Bentanachs, a las puertas de su mansión de Waterloo.

Uno de los siete CDR detenidos por la Guardia Civil ha confesado ante el juez que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, conocía sus planes para asaltar y ocupar durante cinco días el Parlament, tras cometer una cadena de atentados con explosivos en protesta por la sentencia del 1-O.

Los datos recogidos por OKDIARIO apuntan a que también era conocedor de estos planes el ex presidente Carles Puigdemont, quien además debía jugar un papel clave desde Waterloo para convocar el asalto multitudinario al Parlament a través de su nueva plataforma, el Tsunami Democràtic.

Puigdemont creó primero el Consell de la República para hacer caja (pide a sus seguidores aportaciones de 10 euros para pagar sus gastos de abogados y su mansión de Waterloo) y más recientemente ha puesto en marcha el Tsunami Democràtic para promover la «desobediencia civil» contra la legalidad española.

La página web de ambos organismos creados por Puigdemont está domiciliada en un paraíso fiscal, las islas caribeñas de la Federación de San Cristóbal y Nieves​ (Saint Kitts and Nevis), según desveló El Confidencial el pasado día 18.

Hasta ahora, el Tsunami Democràtic ha utilizado un canal de Telegram con 17.000 seguidores (el medio usado habitualmente por los CDR) para convocar sus primeras algaradas: ataques contra grandes empresas como Caixabank e Iberdrola, a las que acusa de connivencia con el «Estado español».

El Tsunami de Puigdemont viene anunciando desde hace semanas, a través de las redes sociales, que en su momento impartirá las instrucciones para protestar contra la sentencia del Tribunal Supremo, que se dará a conocer a principios de octubre, por el golpe de Estado del 1-O.

Lo hace con mensajes como el siguiente, en el que anuncia una acción multitudinaria de «desobediencia civil masiva para obligar al Estado español a resolver democráticamente el conflicto».

La plataforma creada por Puigdemont y respaldada por Torra señala que de momento no puede dar más detalles, pero pide a sus seguidores que estén listos para recibir instrucciones cuando llegue el momento: «Lo tenemos todo preparado. Cuando salga, consulta inmediatamente nuestros canales, te tendrás que mover rápido». También aclara que esta vez no bastará con poner lacitos amarillos ni participar en manifestaciones.

La periodista Pilar Rahola, que actúa habitualmente como portavoz oficiosa de Puigdemont, ha realizado este sábado el mismo llamamiento en TV3 y ha instado a los espectadores a estar atentos a los llamamientos que hará el Tsunami Democràtic para salir a protestar a las calles, cuando se dé a conocer la sentencia del Supremo.

«La gente que tenga ganas de reaccionar contra la sentencia, si es la que imaginamos, y tenga ganas de demostrar que defiende a nuestro país y las libertades, que compre una radio a pilas, de las de antes, y una silla portátil», ha indicado Rahola, quien ha añadido que por el momento no puede dar más detalles.

El hecho de que los independentistas deban esperar a las instrucciones que les imparta el Tsunami Democràtic de Puigdemont demuestra una vez más que no se trata de un movimiento ciudadano espontáneo, sino de una revolución dirigida desde el poder por el presidente Quim Torra y desde Waterloo por un fugitivo de la Justicia. Es decir, un golpe de Estado.

La detención de siete miembros de los CDR por la Guardia Civil ha permitido conocer cuáles eran los planes de los independentistas para protestar contra la sentencia del Supremo. Dos de ellos han confesado ante el juez que ya habían realizado en una cantera pruebas con explosivos, que pensaban utilizar para «hacer ruido» en protesta por la sentencia del 1-O.

Los detenidos tenían todos los componentes necesarios para fabricar amonal (el explosivo utilizado por la banda terrorista ETA en algunos de sus atentados más mortíferos), además de 20 manuales sobre fabricación de explosivos y los planos de una casa cuartel de la Guardia Civil.

La información recogida por la Guardia Civil apunta a que pretendían realizar varios atentados contra infraestructuras ferroviarias, de comunicaciones y una casa cuartel del Instituto Armado. Esta escalada de terror para poner en jaque a las instituciones debía culminar con el asalto y la ocupación del Parlament durante cinco días.

Quim Torra conocía los planes

Uno de los detenidos confesó ante el juez que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, conocía estos planes y que iba a facilitar que asaltaran el Parlament. Presumiblemente, dando instrucciones para evitar que los Mossos d’Esquadra intervinieran.

Lejos de desmarcarse de la violencia, el presidente Torra y su partido se han apresurado a calificar como «presos políticos» a los terroristas detenidos y han dado su apoyo a las movilizaciones convocadas para exigir su libertad. Por su parte, TV3 ha recurrido al discurso sentimental mostrando, día y noche, el intenso sufrimiento de los familiares de los terroristas detenidos.

Los siete miembros de este comando terrorista no son ningunos desconocidos, sino que son destacados dirigentes del movimiento CDR, del que forman parte también los hijos de Torra.

Uno de los detenidos, Ferrán Jolís Guardiola, fue candidato de la CUP en las elecciones municipales del pasado mes de mayo y otro, Xavier Buigas Llobet, fue candidato de ERC en 2011. Otro de los detenidos, David Budria Altadill, fue entrevistado en el programa Tot es mou de TV3 el pasado día 19, para explicar su detención por participar en los altercados para intentar evitar el traslado de los presos golpistas desde la cárcel de Lledoners a Madrid.

La ‘vía eslovena’ de Torra

Todo indica que la detención de los siete terroristas ha dejado al descubierto la traca final que el Tsunami Democràtic de Puigdemont tenía previsto llevar a cabo para protestar por la sentencia del 1-O: el asalto y ocupación del Parlament durante cinco días, con la connivencia de Quim Torra y los Mossos d’Esquadra, para declarar la independencia.

Los llamamientos del Tsunami Democràtic, a través de las redes sociales y sus canales de Telegram, debían asegurar una participación multitudinaria a estos actos. Todo ello, después de que los CDR hicieran uso de los explosivos que llevaban meses almacenando. Se trataba de dar un golpe definitivo a la democracia española.

Como ha informado OKDIARIO, el juez Manuel García Castellón señala en su auto de prisión incondicional que los siete CDR detenidos actuaban de enlace entre Torra y Puigdemont, para enviar a Waterloo «documentación sensible». Tanto el actual presidente de la Generalitat como su antecesor conocían plenamente, por tanto, las actividades del grupo terrorista.

El presidente Quim Torra se ha manifestado en varias ocasiones a favor de recurrir a la vía eslovena para lograr la independencia de Cataluña: es decir, un conflicto violento que se saldó con 60 muertos y varios cientos de heridos.

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