Un grupo de independentistas ocupan una sucursal de CaixaBank en Barcelona
Los deseos de independencia de algunos ciudadanos catalanes han llevado al nacimiento de un nuevo grupo separatista llamado el Tsunami Democràtic que esta mañana ha realizado su primera acción: ocupar una oficina de CaixaBank del barrio de Gracia de Barcelona.
Denuncian que esta entidad «financió» una campaña del Gobierno de Mariano Rajoy contra el referéndum del 1-O. Así, decenas de activistas ataviados con máscaras blancas y camisetas azules han irrumpido a las 8.15 horas en el interior del banco con carteles en los que se leía ‘Esta empresa financia la represión’. Algunos se han sentado en silencio y otros han repartido octavillas entre los trabajadores y han leído una carta en la que se asegura que CaixaBank «dio y sigue dando su apoyo a las maniobras del Estado para vulnerar los derechos y las libertades de sus ciudadanos; a veces de forma evidente, a veces financiando desde atrás».
Los activistas también se han referido a otras empresas como Banco Santander, BBVA, Telefónica, Repsol, Iberdrola, El Corte Inglés e Inditex a las que han pedido que dejen de «financiar a gobiernos que niegan el diálogo y aplican la represión legitimando la prisión y la violencia para evitar afrontar un conflicto democráticamente».
Los activistas han realizado estas peticiones en una hoja de reclamaciones en las que piden a todas estas empresas que no participen en «campañas dirigidas a generar miedo entre la población» y que antepongan «los derechos y la dignidad de las personas» a sus intereses económicos.
Añaden que «las decisiones sobre el futuro de Cataluña las tienen que tomar los ciudadanos del país y no las grandes empresas del IBEX-35 organizando campañas del miedo».
Tsunamic Democràtic
El Tsunami Democrátic es una plataforma -cuya dirección no se ha dado a conocer públicamente- que nació hace varias semanas en las redes sociales para impulsar acciones de respuesta ante una eventual sentencia condenatoria contra los líderes del «procés» desde «la no violencia y la desobediencia civil».