La hoja de ruta del Rey en Botswana: ida y vuelta en jet privado y dos helicópteros para 16.582 km
El Rey Juan Carlos usó un jet privado y dos helicópteros para llegar a Botswana en abril de 2012. Allí participó en un safari de seis días de duración junto a Corinna Sayn-Wittgenstein y otros invitados. OKDIARIO revela hoy en exclusiva la hoja de ruta de todos los trayectos aéreos que hicieron Su Majestad y sus acompañantes. Un total de 16.582 kilómetros divididos en dos vuelos de ida y otros dos de vuelta.
El viaje arrancó en Madrid el 7 de abril de 2012 en la base aérea de Torrejón de Ardoz. Desde allí despegó un jet privado de la compañía Vista Jet. Esta primera parte del trayecto tenía como destino el aeropuerto de Maun, que es el que da servicio a la ciudad de Bostwana. Entre Madrid y Botswana hay una distancia de casi ocho mil kilómetros que se recorren en diez horas de avión.
Nada más aterrizar, el Rey, sus invitados y su séquito se bajaron de la aeronave y desde el mismo aeropuerto africano embarcaron en dos helicópteros que fueron facilitados por Kayali. Desde Maun emprendieron el segundo y último viaje antes de llegar al lugar donde se desarrolló el safari, un campamento en el Delta del río Okavango. Entre el aeropuerto y el destino final tan sólo hay 240 kilómetros. Una distancia corta que hicieron, aproximadamente, en treinta minutos.
La aeronave en la que Juan Carlos I y sus invitados hicieron tanto el viaje de ida como el de vuelta fue un Global Express XRS OE-LGX. Se trata de un avión privado que tiene capacidad para quince pasajeros, ideal para alquilar de manera privada y realizar vuelos de hasta doce horas. La aeronave tiene una longitud de catorce metros, una anchura de dos metros y medio, una altura de un metro noventa y cuenta con una velocidad de crucero de 889 kilómetros por hora. Casualmente, la Fuerza Aérea de Botswana usa un modelo muy similar al del jet privado en el que viajó el monarca para el transporte de altas personalidades del Estado. En concreto, el modelo botsuano es un BD-700-1A10.
El viaje de vuelta fue exactamente igual que el de ida. El Rey y sus invitados, acompañados de Corinna y los familiares con los que viajó, tomaron los dos helicópteros del anfitrión Kayali desde el safari africano donde habían disfrutado de la estancia de seis días. Desde allí se dirigieron al aeropuerto de Maun, donde embarcaron de nuevo en el Global Express XRS OE-LGX con destino a Torrejón de Ardoz.
La compañía que fletó el vuelo fue Vista Jet, una empresa suizo-austriaca fundada en 2004 que en la actualidad tiene su sede radicada en la ciudad de Luqa (Malta). La empresa opera bajo un sistema de tarifas de “pago por horas voladas”. Es decir, ofrece un servicio de vuelos privados que se puede contratar para realizar trayectos por todo el mundo.
Viajar a Botswana en un jet privado, además de resultar un privilegio por la comodidad que supone, resulta un gran ahorro de tiempo, ya que ninguna compañía aérea europea o norteamericana vuela directamente al país africano. Así que, de viajar hasta allí en un vuelo regular, habría que llegar primero a Sudáfrica, Zimbabue, Zambia o Namibia y seguidamente tomar otro avión hasta Maun a través de alguna de las compañías aéreas locales.