Los accionistas de Mediapro creen que las veleidades independentistas de Benet perjudican a la empresa

Taxto Benet
Tatxo Benet y el cartel del acto en el que participó.
Manuel Cerdán

Los socios mayoritarios de Mediapro, la sociedad china Orient Hontai, están convencidos de que las veleidades independentistas del número dos del holding, Tatxo Benet, perjudican la imagen y la capacidad de generar negocio de la compañía.

La cara amable de Mediapro, como se conoce a Benet, que fundó junto a Jaume Roures y Gerard Romy el conglomerado audiovisual, cada vez se manifiesta más comprometido con el proceso secesionista en Cataluña. Sin más, el pasado 9 de septiembre su nombre figuraba en el cartel que anunciaba en inglés los actos del “Día Nacional de Cataluña en Bruselas”.

Benet, presentado como periodista y hombre de negocios, aparecía en la convocatoria junto a Laura Borràs, presidenta del Parlament, y el cantautor Gorka Knörr, que se presentó en las elecciones europeas en 2019 en la lista de Lliures per Europa, encabezada por Carlos Puigdemont.

Borràs es una de las seguidoras más radicales del ex presidente Puigdemont, como demostró durante su paso por el Congreso de los Diputados como portavoz de Junts per Catalunya y al frente de la Conselleria de Cultura durante el mandato de Quim Torra. Así mismo, es miembro de la asociación independentista Òmnium Cultural.

Por su parte, Knorr fue nombrado en 2019 delegado de la Generalitat en Madrid. En los años 80 y 90 militó en los partidos vascos PNV y Eusko Alkartasuna, del que fue secretario general.

Socios chinos

Para los socios chinos, en medio de la crisis que atraviesa la compañía, este tipo de actividad política perjudica los intereses de Mediapro, que tiene su público en España y en otros países europeos y americanos.

Benet, que tiene como afición comprar obras de arte censuradas, se ha ofrecido al independentismo como uno de los empresarios que puede liderar la nueva etapa de una Cataluña segregada de España. Según ha comentado el propio Benet a sus allegados, sería la “persona ideal para liderar a los ‘bons homes’ de la nueva Cataluña”. Es una buena fórmula para posicionarse en el conglomerado secesionista si finalmente es defenestrado del holding Mediapro, del que posee el 12% de las acciones.

En las fotos que reproduce OKDIARIO en estas páginas, Tatxo Benet aparece junto a su mujer, Camino Quiroga, en el Festival de Cine de Venecia. La notaria Quiroga, leonesa de nacimiento, se ha posicionado fuertemente en la Cámara de Comercio catalana, donde mandan los independentistas.

Tatxo Benet junto a su pareja.

La notaria, que también dispuso de una plaza en Madrid, es en la actualidad secretaria de la Junta Directiva del Cercle d’Economia, pero aspira a cotas mayores.

Por su parte, Benet se ha erigido en los últimos años del procés  independentista en el nexo político de Mediapro con CiU en los años de Artur Mas, primero, y más tarde con Junts per Cat y Puigdemont. Son conocidas sus estrechas relaciones con David Madí, el hombre del maletín de los convergentes, vinculado a numerosas tramas de corrupción.

Benet fue escogido por el propio Puigdemont para que representara al empresariado independentista catalán en el acto de Bruselas. Sorprende la inclinación del ex presidente de la Generalitat porque Benet, en sus años de despegue económico en Mediapro, mientras se hacía millonario, jamás se significó como un defensor del separatismo. Cambió cuando creyó que el independentismo se haría con el poder en Cataluña.

Socio propietario de ‘Público’

Al margen del holding audiovisual, el número dos de Mediapro es así mismo titular del 50% de la sociedad Display Connectors, propietaria del diario Público. Su parte está registrada a nombre de Multiax Invera, en la que Benet aparece como administrador único. Para rizar el rizo, la propietaria de las acciones de Multiax Invera es la sociedad holandesa Spring 2012 Investments.

La otra mitad de Display Connectors es de Jaume Roures. La parte del trotskista aparece a nombre de Mediacable Servicios de Producción, cuyo presidente y accionista único es Roures. La gran paradoja: todo un entramado capitalista para editar un diario de corte populista y podemita.

Público se ha convertido en los últimos años en el portavoz de Podemos y de su ex secretario general Pablo Iglesias, quien emitía en su web el programa Otra vuelta de Tuerka. Iglesias tuvo la grosería de entrevistar al propio Roures en su último programa, en enero de 2020, antes de formar parte del Gobierno de Pedro Sánchez. El otro fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, también disfruta de una sección de opinión en el diario del magnate catalán.

Sin embargo, tanto Benet como Roures propiciaron durante años que Público se convirtiera en el altavoz del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y de su director Félix Sanz Roldán. Si los lectores ejercitan la prueba de buscar en su hemeroteca -hasta la salida del general- una sola noticia contraria a los intereses del espionaje español, se encontrarán con un cero en el buscador del diario podemita.

La sociedad periodística Display Connectors, al igual que Mediapro, también presenta pérdidas. En el ejercicio 2018 los números rojos se aproximaron al medio millón de euros y, en el 2019, superó los 660.000 euros.

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