Putin dormía con una escopeta de carga rápida bajo la almohada y ordenó abatir un avión durante los JJOO de Sochi

Vladimir Putin
Vladimir Putin, presidente de Rusia. (Foto: Getty)

El presidente de Rusia dormía con una escopeta de recarga rápida durante los 90. Así lo ha revelado el propio Vladimir Putin en un documental de propaganda electoral, cuando habla de la época en la que trabajaba en San Petersburgo y la inseguridad que se vivía en la ciudad rusa.

El detalle lo ha contado el músico Sergei Rolduguin, amigo del presidente Putin, en un documental sobre el mandatario realizado por el periodista Andréi Kondrashov, según ha informado la agencia de noticias Sputnik.

Al comentarlo, el propio presidente ruso ha dicho que, aunque se inventan muchas cosas sobre la criminalidad en San Petersburgo, la situación en general «era de combate» en aquella época. «Me acostaba con una escopeta con acción de bombeo en mi casa de campo, es verdad. Así eran los tiempos. Más vale prevenir que curar», ha señalado el mandatario.

Las armas con acción de bombeo permiten una recarga mucho más rápida que el sistema de palanca o el de cerrojo, además de que no hace falta retirar de la culata la mano que acciona el gatillo al recargar.

Ordenó abatir un avión: «Actúen con arreglo al plan»

El día de la apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, el 7 de febrero de 2014, Putin se dirigía al estado Fisht para asistir a la ceremonia de inauguración. En ese trayecto, recibió una llamada de la inteligencia rusa en la que le informaban de que un pasajero de un avión que volaba de Ucrania a Turquía amenazaba con explotar una bomba si el avión no aterrizaba en la ciudad de Sochi.

Ante tal anuncio, Putin mantuvo el secreto y no informó a los miembros del Comité Oficial Olímpico (COI) que le acompañaban en el autobús hacia la inauguración de los JJOO. «Recibí la información de que un avión que volaba entre Ucrania y Estambul había sido secuestrado y que los captores exigían tomar tierra en Sochi», asegura el presidente ruso en el documental electoral que ha promocionado él mismo. Consultó con sus asesores, quienes le comunicaron que en tales casos los protocolos de emergencia no dejan otra salida que destruir el avión, a lo que Putin respondió «pues adelante, actúen con arreglo al plan», un plan que consistía en abatir el avión para evitar mayores desgracias.

Finalmente todo quedó en una broma de un borracho. Ni bomba, ni terrorista, ni ataque. Aunque, según se deriva de las propias declaraciones de Putin, al ruso no le tembló el pulso a la hora de dar la trágica orden.

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