El ‘salseo’ del precónclave y las intrigas cardenalicias para elegir Papa
Todas las previsiones estiman que podría haber Pontífice el 8 o el 9 de mayo
En 10 días de reuniones, ya debe haber unos pocos nombres de purpurados con muchas posibilidades de ser Papa
A los purpurados no les gustan las condiciones austeras y el aislamiento en Santa Marta


Es posible que a estas horas, tras 10 reuniones de las Congregaciones Generales previas al cónclave que comienza el próximo 7 de mayo, los cardenales electores tengan ya unos pocos nombres de purpurados con muchas posibilidades de ser el sucesor de Francisco. Muchos ya saben a quién votarán.
Porque en estas reuniones previas o precónclave es donde está el salseo, permítasenos la frivolidad, que luego en el cónclave torna en liturgia milenaria y compromisos en latín en presencia del Espíritu Santo que otorga la creencia católica a la decisión final.
Y en esos encuentros menos crípticos de los cardenales durante las Congregaciones previas es donde las uniones por países se disponen en grupos negociadores. Esto es, que no sería descabellado aventurar que los franceses urden apoyos con los italianos, o los españoles con los italianos, o los mexicanos con los brasileños…
Sabemos que en el precónclave, los cardenales dialogan, debaten qué habilidades debe tener el nuevo pontífice y toman decisiones estratégicas sobre el concilio. Pero también se establecen estrategias, tejen alianzas y negocian acuerdos. Reconocidos vaticanistas sostienen que es en estas sesiones donde prácticamente se puede llegar a decidir quién será el elegido. De hecho, el Corriere della Sera, informaba el segundo día de las Congregaciones generales de que ya había «evidencia de alianzas entre electores noveles y seniors».
De lo poco que sabemos del precónclave es que los cardenales electores no quieren un concilio largo. Recordemos que las fumatas blancas de Francisco y Benedicto XVI se produjeron el segundo día. A los purpurados no les gustan los cónclaves largos porque, mientras, la Sede Vacante sólo puede atender urgencias vaticanas. Además, Curia, cardenales, obispos y arzobispos no son partidarios de que la Silla de Pedro esté muchos días desocupada.
Austeridad de Santa Marta
Hay otra cosa que no les gusta a los cardenales electores: las condiciones austeras y el aislamiento en Santa Marta que implica el proceso. Estar encerrados en la Ciudad del Vaticano, con alojamientos sencillos, comida básica y sin acceso al mundo exterior, puede ser físicamente y mentalmente agotador, especialmente para los de mayor edad.
Además, los cónclaves largos generan presión por la expectativa de elegir rápidamente un nuevo Papa, porque la duración prolongada puede interpretarse por los millones de almas que siguen el proceso en el planeta como división o indecisión. Y eso no favorece la imagen de unidad que la Iglesia que quieren dar.
De hecho, en los últimos dos siglos, ningún cónclave ha durado más de cuatro días; en concreto, siete de los 12 últimos han elegido Papa en la segunda jornada.
No olvidemos que los cardenales electores ya consideran largo un cónclave de cuatro días, así que todas las previsiones se mueven entre que podría haber Papa el 8 o el 9 de mayo. «Será breve, dos o tres días», ha dicho Raphael Sako, prelado iraquí.
Sobre quién será, el mayor salseo del precónclave y de las votaciones, hay demasiados nombres y demasiadas quinielas para aventurar un nombre o una nacionalidad. Italiano, latino, asiático… nada menos que una veintena de papables se han manejado desde el día 22 de abril. Pero a estas alturas, quienes van a elegir al portador de la sandalias del Pescador se mueven entre muchos menos, seguramente. El citado prelado iraquí no ha disimulado: «Tengo las ideas claras. Yo sé a quién votar. Hay un clima de fraternidad y de espíritu de responsabilidad. No se puede volver atrás».
Y no olvidemos que, salvo en el caso de Ratzinger y pocos más, «quien entra Papa, sale cardenal».
Temas:
- Papa Francisco
- Vaticano