La Capilla Sixtina ya prepara el cónclave: 133 sillas de cerezo, barrido electrónico, pavimento falso…
La Capilla Sixtina debe ser preparada para garantizar privacidad, seguridad y funcionalidad
Se pondrán 133 sillas de madera de cerezo, cada una marcada con el nombre y apellido de los cardenales electores
Un equipo de unas 40 personas, liderado por el ingeniero Paolo Sagretti, ya trabaja contra reloj
Los preparativos suelen completarse en un plazo de cinco a siete días, dependiendo de la fecha fijada para el inicio del cónclave


La Capilla Sixtina, joya del Renacimiento y epicentro de la elección papal, ha iniciado este miércoles los preparativos para el próximo cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril a los 88 años. Desde el cierre al público de la capilla hoy, un equipo especializado ya trabaja contra reloj para acondicionar este espacio sagrado donde los cardenales electores se reunirán en los próximos días y uno de ellos saldrá siendo el Papa número 267 de la historia.
El acondicionamiento de la Capilla Sixtina es una operación meticulosa coordinada por un equipo de aproximadamente 40 personas, liderado por el ingeniero Paolo Sagretti, responsable de la Florería de la Ciudad del Vaticano, según informa Vatican News.
Entre los elementos clave de estos preparativos destacan la instalación de la icónica chimenea de las fumatas y la transformación del interior de la capilla para garantizar el secretismo y la solemnidad del cónclave.
Según la constitución apostólica Universi Dominici Gregis (1996, modificada en 2013 por Benedicto XVI), la Capilla Sixtina debe ser preparada para garantizar privacidad, seguridad y funcionalidad. Esto incluye montar un suelo elevado para ocultar los dispositivos de barrido electrónico, colocar mesas y sillas para los cardenales, preparar urnas para las votaciones, y asegurar que el espacio esté libre de dispositivos de grabación o comunicación que puedan difundir las deliberaciones secretas.
Preparativos en la Capilla Sixtina
Los trabajos incluyen la instalación de 133 sillas de madera de cerezo, cada una marcada con el nombre y apellido de los cardenales electores, y 12 mesas de madera cubiertas con telas beige y burdeos, dispuestas en dos filas para facilitar las votaciones.
Un pavimento falso se coloca sobre el suelo original para nivelar el espacio y proteger los históricos mosaicos, además de ocultar equipos de interferencia electrónica que bloquean comunicaciones externas, asegurando el secretismo del cónclave.
Para garantizar la privacidad, especialistas de la Gendarmería Vaticana realizan un «barrido electrónico» que inutiliza cualquier dispositivo de comunicación, dejando a los cardenales incomunicados con el exterior. Este proceso, crucial para mantener la confidencialidad, se completa antes de que los cardenales ingresen a la capilla. Además, se instalan cortinas y otros elementos decorativos que refuerzan la solemnidad del lugar, descrito por Juan Pablo II como el «santuario de la teología del cuerpo humano».
Principales obras en la Capilla Sixtina
- Barrido electrónico para evitar escuchas.
- Instalación de un suelo elevado y mobiliario (mesas, sillas, urnas).
- Cubrir las ventanas para garantizar privacidad.
- Preparación de la estufa y la chimenea para quemar las papeletas (con químicos para producir el humo negro y blanco de las fumatas).
- Protección de los frescos de Miguel Ángel, que no deben dañarse.
La chimenea de las fumatas
Uno de los preparativos más emblemáticos es la instalación de la chimenea por la que saldrán las fumatas, el medio tradicional para comunicar al mundo el resultado de las votaciones.
La chimenea, de unos dos metros de altura, se coloca en el tejado de la Capilla Sixtina y se conecta mediante un tubo de cobre de 15 metros a dos estufas de hierro fundido ubicadas en la parte trasera de la capilla. La estufa principal, utilizada desde 1939, quema las papeletas de votación, mientras que una estufa auxiliar, introducida en 2005, emplea sustancias químicas para intensificar el color del humo y evitar confusiones.
Los preparativos en la Capilla Sixtina suelen completarse en un plazo de cinco a siete días, dependiendo de la fecha fijada para el inicio del cónclave. Dado que se ha cerrado este 23 de abril, se estima que los trabajos estarán finalizados para el 26 o 27. Hay que recordar que la fecha del cónclave aún no ha sido anunciada, ya que depende de las Congregaciones Generales de los cardenales, pero se prevé que comience el 6 de mayo. Muchos purpurados han manifestado que el plazo es demasiado largo y han pedido comprobar si se puede adelantar el inicio del cónclave.
El cierre de la Capilla Sixtina al público, también afecta a los Apartamentos Borgia y la colección de Arte Religioso Moderno, según un comunicado de los Museos Vaticanos. Este cierre es habitual durante los preparativos del cónclave y se mantendrá hasta que concluya el proceso de elección.