Rusia retira de nuevo los cargos contra el líder de Wagner, cuyo futuro y paradero siguen inciertos

Grupo Wagner

Rusia ha informado este martes de que ha cerrado la investigación penal sobre la rebelión armada encabezada por el jefe de los mercenarios del Grupo Wagner Yevgeny Prigozhin, retirando de nuevo los cargos contra el mercenario y el resto de los soldados a sueldo de Wagner, quedando todavía su futuro y su paradero inciertos.

Desde el Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en inglés), heredera de la KGB, se ha justificado que la investigación ha determinado que los implicados en el motín «cesaron las actividades dirigidas a cometer el delito».

«En el marco de la investigación de un caso abierto el 23 de junio por el Departamento de Investigación del FSB bajo el artículo 279 del Código Penal de Rusia por el hecho de una rebelión armada, se ha establecido que los participantes detuvieron el 24 de junio sus acciones, destinadas directamente a cometer un crimen», ha especificado.

Así, el organismo ha hecho hincapié en que «teniendo en cuenta esto y otras circunstancias relevantes a la investigación, la autoridad investigadora ha decidido este 27 de junio emitir una decisión para cerrar el caso».

El presidente de Rusia, Vladímir V. Putin, tiene previsto pronunciar otro discurso este martes en esta ocasión con más pompa que los dos televisados en los últimos días. Para el mismo, se espera que se dirija a la nación rusa desde un gran escenario en los terrenos del Kremlin, rodeado de militares con el objetivo de enseñar su músculo a sus opositores dentro y fuera del Kremlin.

Un discurso que se subraya dentro de una hoja de rota para afianzar su control y seguridad, que se une a la reunión que el Kremlin mostró el lunes por la noche de Putin con sus altos cargos de seguridad, fuerzas del orden y militares, incluido el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, a quien Prigozhin había intentado destituir.

Durante la reunión, Putin agradeció a su equipo el trabajo realizado durante el fin de semana, dando a entender que apoyaba al asediado Shoigu, cuyas desavenencias con el jefe de los mercenarios se señalan como origen de lo ocurrido, al que Prigozhin ha acusado de corrupción y arrasar los campamentos de entrenamientos de sus mercenarios con misiles.

Además en su discurso, Putin ha ofrecido a los soldados a sueldo de Prigozhin ponerse bajo el mando del Ministerio de Defensa ruso, abandonar el servicio o irse a Bielorrusia. Una oferta que en cierto modo ya conocían los mercenarios, debido a que parte del enfrentamiento entre Prigozhin y el ministro de Defensa ruso ha radicado en los deseos de Shoigu de que se integrasen el 1 de julio en las filas del Ejército ruso en contra de los deseos del líder del Grupo Wagner, cuyos soldados han liderado las mayores victorias y las batallas más sangrientas en la invasión de Rusia en Ucrania. Entre los cabos sueltos, todavía queda por resolver qué va a ocurrir con el líder de los mercenarios: el paradero de Prigozhin todavía representa una incógnita este martes, el cual en un principio había negociado marcharse a Bielorrusia después de protagonizar el efímero golpe de Estado durante el fin de semana, representando el mayor desafío a Putin en los últimos 20 años.

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