Prigonzhin, investigado por el servicio de espionaje ruso pese a la promesa de no juzgarle tras amotinarse
Si los rusos apostasen por la vida o por la libertad de Yevegeni Prigozhin, no apostarían muchos rublos. En Rusia, la traición se paga cara; con veneno, o con lo que parecen accidentes. Eso, si creemos la hipótesis de que la rebelión de su Grupo Wagner obedece a un intento de debilitar al padre Putin. Porque hay otra que sostiene que el motín ha sido una argucia para abrir otro frente contra Ucrania en Bielorrusia.
En cualquier caso, la promesa del Kremlin de no juzgar a Prigozhin tras frenar su asonada a cambio de una renovación en la cúpula del Ministerio Defensa y no juzgarle es posible que valga lo mismo que 100 kopeks de madera. Porque, tal y como rezan informaciones recogidas este lunes por el diario ruso Kommersant, Rusia no ha dado carpetazo al caso de Prigozhin, ya que sigue siendo investigado por el Servicio Federal de Seguridad (FSB, sucesor del KGB) sin que por ahora se hayan dado más detalles. O sea, que los servicios de Inteligencia de Putin siguen el rastro al jefe de los mercenarios neonazis del grupo Wagner.
Por su parte, fuentes citadas por las agencias rusas de noticias Interfax y TASS han confirmado que «el caso Prigozhin no ha sido cerrado» y que «la investigación continúa», sin que las autoridades del país euroasiático se hayan pronunciado de forma oficial sobre el estatus del caso contra Prigozhin.
El caso fue abierto a última hora del viernes, si bien el Kremlin anunció a última hora de la tarde el acuerdo alcanzado con el Grupo Wagner para que pusiera fin a su avance hacia Moscú incluía la retirada de cargos contra Prigozhin y su traslado a Bielorrusia, Precisamente, el mandatario bielorruso, Alexander Lukashenko, aliado de Putin, hizo de mediador para acabar con ese avance de las tropas desde Rostov del Don, a 200 kilómetros de Moscú.
Tras el acuerdo, Prigozhin dio orden a los miembros del grupo a abandonar las posiciones tomadas durante el avance de sus 50.000 efectivos, según algunas fuentes, incluido su repliegue del centro de la ciudad de Rostov del Don, de cara a una reducción de las tensiones derivadas de su lucha contra la cúpula del Ministerio de Defensa y el Ejército ruso en el marco de la invasión de Ucrania, desatada en febrero de 2022 por orden del presidente ruso, Vladimir Putin.
El líder de los mercenarios del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin ha intensificado en los últimos meses sus críticas sobre la invasión rusa en Ucrania, llamando el viernes a un levantamiento armado para derrocar al ministro de Defensa en lo que se ha convertido en una rebelión en Rusia. Unas palabras que han obtenido respuesta inmediata por parte de los servicios de seguridad rusos, alertando a la comunidad internacional.
Prigozhin y Putin fueron amigos desde hace tiempo, cuando San Petersburgo se llamaba Leningrado, en los últimos años de la Unión Soviética. Prigozhin pasó 10 años en la cárcel, aunque no ha sabido nunca por qué razón.