Casado: «Cada voto menos para el PP ha sido un voto más para los enemigos de la Nación»

Con un discurso entusiasta, en la clausura de la Convención Nacional del PP, Pablo Casado ha reivindicado la vuelta del «verdadero PP», con el que se marca el reto de llegar a los diez millones de votantes. Un trabajo, ha destacado, que inició José María Aznar -quien, a diferencia de Rajoy, ha acudido este domingo a la clausura- a quien atribuyó el mérito de «aunar lo que estaba a la derecha del PSOE» y de convertir al PP «en la familia política más grande y relevante de España».

Rodeado de algunos de sus grandes referentes políticos, como -además de Aznar- la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, la ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, la presidenta del Congreso, Ana Pastor o el ex diputado Manuel Pizarro, Casado ha destacado a su partido como absolutamente necesario para el país.

«A España no le va mejor con menos PP, al revés. Nunca han mandado más los nacionalistas y los radicales. En la práctica, menos PP está resultando ser menos España. Menos PP ha sido más separatismo, populismo, más Otegi, más radicalidad, más defensa de lo que no vertebra la Nación», ha advertido, provocando una ovación cerrada en el plenario. «Cada voto menos para el PP ha sido un voto más para los enemigos de la Nación», ha resumido.

Apela a los ex votantes del PP

Casado se  ha dirigido a los que, en los últimos tiempos, «han abandonado legítimamente» el PP, a quienes ha pedido una reflexión. «Con todo respeto, aquellos que se fueron a buscar al PP fuera del PP ni lo han encontrado ni van a encontrarlo», les ha dicho, en clara alusión a los votantes de VOX y Ciudadanos.

A continuación, ha admitido también que tiene el reto de «volver a recuperar su confianza». Lo hará, ha dicho, reivindicando al PP como «la casa común del centro-derecha reformista y liberal». Y con una instrucción clara: «No se puede unir España desuniendo el voto, hay que unir el voto en toda España».

«Seremos merecedores de la siguiente mayoría absoluta que los españoles quieran conceder», ha confiado Casado, que ha prometido un proyecto «compartido con los españoles» con una esencia clara: «fortalecer la España de todos». «No somos radicales de nada pero España necesita sobre todo libertad y vamos a luchar por ella», ha afirmado.

A continuación, ha arremetido contra una izquierda, ha dicho, que «nos sale demasiado cara». «Quien quiera ser de izquierdas, que lo sea, quien quiera abrazar el populismo rancio y bolivariano, que lo sea, pero no quiero un país con socialismo obligatorio, quiero que sea voluntario», ha reprochado. El líder del PP ha acusado al PSOE de «vender España a nacionalistas y podemitas a cambio de un plato de lentejas en La Moncloa». Casado ha considerado que «la izquierda tiene miedo a la libertad y quiere que los españoles también lo tengan».

«Poner orden en Cataluña»

El presidente del PP ha ido desgranando sus principales compromisos, como la aplicación «inmediata» del artículo 155 en Cataluña o el control de la Educación para evitar el adoctrinamiento. Una medida, ésta última, que ha enfatizado con el plenario en pie.

«Saquen las manos de la educación, no adoctrinen a nuestros hijos», ha advertido a izquierda y nacionalismos. En este sentido, ha defendido la escuela concertada y la libertad de los padres para elegir la enseñanza que quieren para sus hijos y se ha comprometido a «poner orden en Cataluña» para «liberar a la sociedad secuestrada por una banda de fanáticos supremacistas».

Casado ha repasado los cinco principios básicos del pensamiento liberal y conservador y que, como expuso ya en su elección como líder del PP, guían actuación política: una Nación de ciudadanos libres e iguales, «frente al veneno que inoculan el populismo y el nacionalismo», «la libertad individual que emancipa a las personas del afán colectivista que pretende etiquetarlas por su género, edad, raza, religión u orientación sexual, «la economía de libre mercado que blinda a empresas, trabajadores y consumidores frente al intervencionismo orwelliano de la izquierda, «el Estado de Derecho como paraguas de todos los ciudadanos que delegan subsidiariamente la defensa, la seguridad y la Justicia al Estado, frente al buenismo y el relativismo de algunos» y «la responsabilidad personal que consagra la igualdad de oportunidades de las familias frente al igualitarismo en la mediocridad que persigue la izquierda».

«Los cinco -ha concluido- se encuentran hoy bajo amenaza del Gobierno socialista».