Dulces

Así se distingue un mantecado, un polvorón y un alfajor: los pasteleros despejan todas las dudas posibles

Mantecado, dulces, Navidad
Mantecado. Imagen: Triplecaña.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

La Navidad es esa época llena de luces, colores, prisas, familia y mucha comida. En miles de casas españolas, la cena de Nochebuena es un momento que se marca en el calendario como un evento especial, y cuando se acaba lo salado, aparecen varias opciones dulces entre las que destacan el mantecado, los polvorones y el alfajor.

A simple vista pueden confundirse. Son compactos, vienen envueltos como pequeños regalos y aparecen sólo en esta época. Sin embargo, cada uno tiene su carácter. No saben igual, no huelen igual y tampoco se sienten igual al partirlos, y en este artículo está la respuesta de cómo distinguirlos sin dudar, incluso antes de probarlos.

Así se distingue un mantecado, un polvorón y un alfajor

El secreto está en fijarse en su forma, su textura y su aroma. Estos tres dulces comparten origen andaluz, pero no son iguales.

Cómo es el mantecado

El mantecado es redondo, más firme que frágil, y con ese toque de sésamo que ya forma parte de su identidad. Su masa mezcla harina, azúcar y manteca de cerdo, y eso se nota en el primer mordisco.

Es más cremoso que el polvorón, pero no llega a deshacerse con tanta facilidad. En este caso, la manteca de cerdo actúa como ingrediente ‘pegamento’ que da consistencia a cada pieza. El mantecado es un dulce que aguanta bien en la mano y que ofrece un sabor más neutro, aunque cada vez aparecen más variantes: canela, limón, chocolate, coco… Hay opciones para los gustos de cada casa.

Cómo es el polvorón

El polvorón es ovalado, más grande que el mantecado, y siempre llega envuelto en papel porque se rompe con cualquier gesto brusco. La almendra molida y la harina tostada marcan su aroma, más intenso que el del mantecado.

Al no llevar manteca, el polvorón se parte con facilidad y se convierte en polvo en cuanto lo muerdes, justo lo que le da su nombre. El azúcar glas que lo cubre deja ese acabado blanco tan característico. Aquí no suele haber sorpresas de sabor: almendra y poco más, algo muy directo y tradicional.

Cómo es el alfajor

La forma del alfajor es cilíndrica. En Andalucía se prepara con miel, frutos secos, sésamo y especias como canela o clavo. El resultado es un dulce compacto, con un aroma más profundo y un sabor que recuerda a preparaciones antiguas, casi de raíz árabe.

Esto no tiene nada que ver con la versión latinoamericana de galletas rellenas de dulce de leche, muy común en Argentina y presente allí durante todo el año. Este alfajor español es denso, especiado y muy reconocible en cuanto lo pruebas.

Qué es más rico: mantecado, polvorón o alfajor

La realidad es que no hay un ganador. Todo depende del gusto de cada uno. Si prefieres algo suave, con un punto cremoso y sin demasiadas sorpresas, el mantecado es la mejor opción.

Si es para niños que buscan un dulce básico y fácil de comer, el polvorón suele funcionar mejor, siempre que no se deshaga antes de tiempo. Y si lo que apetece es probar algo más aromático, con especias y un sabor más profundo, la idea ideal es el alfajor.

Al final, lo mejor es catarlos sin prisa y fijarse en lo que más pesa para ti: la textura, la intensidad del aroma y, sobre todo, el sabor.

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