El vídeo de un jefe de Red Eléctrica admitiendo los riesgos de las renovables 4 días antes del apagón
El apagón del pasado 28 de abril revela los desafíos del sistema energético basado en renovables


El histórico apagón sufrido por los españoles el lunes 28 de abril pone sobre la mesa los grandes desafíos aún pendientes por la masiva penetración de las energías renovables. Casualmente, cuatro días antes del cero energético, el director de Desarrollo del Sistema de Redeia -matriz de Red Eléctrica- admitió los grandes «retos» que España «tiene por delante» para gestionar su sistema eléctrico, principalmente por la debilidad de las interconexiones con Europa. Un factor crítico ante apagones.
Miguel de la Torre avisó de la «importancia de las interconexiones eléctricas» para aportar la «flexibilidad que necesitan los sistemas para integrar la generación renovable». «Pero nos encontramos con proyectos y tramitaciones muy complejos y de costes elevados», admitió en su intervención en la mesa Interconexiones, pilar para la integración y la competitividad europea, organizada por la asociación Diálogo, en Madrid.
De la Torre destacó que «hay muchos retos por delante» y consideró que «lógicamente, tendría más sentido tener más interconexiones y lograr el 15% de interconexión» que establece la regulación europea. Así, «hay que concentrarse en esa mejora continua», admitió.
Consciente de los riesgos
El Gobierno era consciente de los riesgos de un apagón ante la debilidad de un sistema dominado en los últimos años por una cada vez mayor penetración de las energías renovables. El Ejecutivo no ha explicado aún las causas del masivo apagón, y calcula que la investigación para esclarecerlas puede durar hasta seis meses.
En varios informes, Red Eléctrica ya había advertido de las amenazas. Hace dos meses, en su último informe anual, admitió el «riesgo a corto plazo» de «desconexiones de generación por la elevada penetración de renovables». Según el operador del sistema eléctrico español, «el cierre de las centrales de generación convencional, como las de carbón, ciclo combinado y nuclear (consecuencia de requisitos regulatorios), implica una reducción de la potencia firme y las capacidades de balance del sistema eléctrico, así como su fortaleza e inercia». Esto, «podría aumentar el riesgo de incidentes operacionales que puedan afectar al suministro y la reputación de la empresa». «Esta incidencia supone un riesgo, con un horizonte temporal a corto y medio plazo», concluía la compañía.
En público, el mensaje de su presidenta, Beatriz Corredor, ha sido totalmente opuesto. Ese mismo mes, Corredor negaba la posibilidad de un apagón. Y el pasado 9 de abril, Red Eléctrica también lo rechazaba a través de un mensaje en sus perfiles sociales.
Falta de interconexión
El incidente ha traído al primer plano la vulnerabilidad del sistema eléctrico español, dominado por la energía renovable y la falta de interconexiones con Europa. La Península Ibérica es prácticamente una isla energética en el mapa eléctrico europeo, lo que impide un ágil intercambio con otros países ante situaciones críticas.
Durante el apagón, tanto Francia como Marruecos, los dos países con los que España sí está interconectada, aportaron electricidad al sistema español. Pero nuestro país está aún muy lejos del 15% de interconexión internacional fijado por la Unión Europea para 2030. Tras este corte histórico, Bruselas ha defendido que Europa debe apostar por interconexiones «más sólidas» y por inversiones compartidas para alcanzar ese objetivo comunitario y «mejorar la resiliencia del sistema» para que los Estados miembro puedan «proporcionar suministros de respaldo para ayudar a prevenir apagones».
De la Torre destacó el actual problema de las interconexiones. Principalmente, para gestionar la producción de energías renovables, tanto por exceso como por defecto.
En este contexto, advirtió «que es muy importante que los sistemas eléctricos tengan una gran flexibilidad para adaptarse a la generación renovable y esos momentos en que tenemos esa generación renovable en abundancia». «Ahí es donde está el rol de las interconexiones, que nos permiten, en momentos con gran aportación de generación fotovoltaica en España, como ahora mismo, poder exportarla a otros países sin tener que reducirla porque no hay demanda que abastecer con esa generación. Y eso permite a otros países europeos beneficiarse de esa generación», señaló De la Torre. Ese escenario fue, precisamente, lo que motivó el apagón del pasado 28 de abril.
De la Torre afirmó que las interconexiones son fundamentales para la «resiliencia» del sistema, porque «a más interconexiones se puede mejorar la estabilidad y seguridad del suministro del sistema» y es «más resiliente ante situaciones sobrevenidas y que pueden ser de gran magnitud». En este sentido, citó dos ejemplos sobre la importancia de las interconexiones eléctricas, como el masivo corte eléctrico en Chile del pasado 25 de febrero. «Hay una dimensión de fiabilidad del propio suministro», insistió.
Para concluir, el directivo de Red Eléctrica destacó la «importancia de las interconexiones eléctricas para dar la flexibilidad que necesitan los sistemas eléctricos para integrar la generación renovable, y también de resiliencia».
«Nos encontramos siempre con proyectos complejos, tramitaciones muy complejas y costes elevados. Por lo tanto, hay muchos retos por delante, lógicamente tendría más sentido tener más interconexiones y lograr el 15% de la regulación europea», admitió.