Todos los dirigentes de Podemos han puesto un sueldo público a sus parejas en el partido o las instituciones
Cuando Pablo Iglesias colocó a Irene Montero, primero como número 2 del partido, y luego como ministra de Igualdad, nadie levantó la voz en el seno del partido morado. En primer lugar, por temor a las purgas con las que Iglesias ha lanzado al espacio exterior a todos sus críticos: desde Íñigo Errejón a Ramón Espinar.
Y en segundo lugar, porque la práctica totalidad de los dirigentes de Podemos ha enchufado a sus parejas con un sueldo público en el partido o en las instituciones. Un nepotismo que también constituye una forma de corrupción, pues sustituye el mérito por la proximidad al líder. Nada más machista que una organización en la que la posición de las mujeres depende de quién sea su pareja en cada momento.
La limitación de cobrar como máximo tres veces el Salario Mínimo Interprofesional (SIM) al mes, ya derogada en la última asamblea de Vistalegre, quedaba así en papel mojado, pues las principales parejas del partido se llevan a casa un sueldo público por duplicado.
Basta un ejemplo: Pablo Iglesias cobra ahora 79.746 euros anuales como vicepresidente del Gobierno y su pareja, Irene Montero, suma otros 74.858 euros al año. Juntos se embolsan casi 13.000 euros al mes, para pagar la hipoteca de Galapagar.
Antes de convertirse en la madre de los hijos de Pablo Iglesias, la ministra Irene Montero había mantenido una relación con dos de los dirigentes de la máxima confianza del líder de Podemos: Rafa Mayoral y Juanma del Olmo. Dos supervivientes de las purgas que ahora se enfrentan a graves problemas judiciales.
El titular del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid ha puesto en el punto de mira al secretario de Movimientos Sociales de Podemos, Rafa Mayoral, por el constante trasvase de dinero público desde el partido a la cooperativa que fundó, Kinema. Ya en 2017, OKDIARIO informó de que la cooperativa de Mayoral había duplicado sus ingresos en un solo año, pasando de los 700.000 euros hasta los 1,4 millones de euros, gracias a la llegada de Podemos a los ayuntamientos.
Además de otorgarle subvenciones por importe de cerca de medio millón de euros desde el Ayuntamiento de Madrid, Podemos contrató con dinero público a Kinema para gestionar sus nóminas y otros trámites administrativos en toda España, y también desde su grupo en el Parlamento europeo.
En cuanto al secretario de Comunicación y coordinador de las campañas electorales de Podemos, Juanma del Olmo, el juez le ha imputado por las numerosas irregularidades contables denunciadas por el ex abogado del partido José Manuel Calvente. Entre ellas, el contrato de 400.000 euros otorgado a la consultora Neurona Comunidad, que no tiene ni un solo empleado en España, para diseñar su última campaña electoral. De esta cantidad, 308.257 euros fueron transferidos inmediatamente a una cuenta en México. La consultora Neurona utiliza la imagen del fundador de Podemos Juan Carlos Monedero para conseguir contratos en toda América Latina.
La actual pareja del imputado Juanma del Olmo es la portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, Isa Serra, que el pasado mes de abril fue condenada a un año y siete meses de prisión, como autora de los delitos de atentado a la autoridad, lesiones leves y daños a varios agentes de Policía. El código ético de Podemos vuelve a ser papel mojado: pese a su condena Isa Serra continúa en el cargo.
Íñigo Errejón provocó un cisma familiar entre las hermanas Serra: mientras Isa se convertía en candidata de Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid, su hermana Clara se incorporó a la candidatura autonómica de Más Madrid, aunque finalmente abandonó su escaño en octubre de 2019. Ambas hermanas proceden de una familia acomodada y defienden la escuela pública, aunque estudiaron en un colegio privado bilingüe. Aficionada a la equitación, Clara Serra ha sido pareja de Dani Iraberri, miembro del Consejo Ciudadano de Podemos y asesor de Pablo Iglesias.
Lo mismo ocurre en la estructura territorial de Podemos: antes de romper con Pablo Iglesias, la líder del partido en Andalucía, Teresa Rodríguez, colocó a su pareja, José Manuel González Kichi, como candidato a la Alcaldía de Cádiz. La líder de Podemos en Navarra y actual secretaria de Estado para la Agenda 2030, Ione Belarra, enchufó a su pareja, Eduardo Ramos, como asesor de Podemos en el Congreso de los Diputados.
El entonces secretario general de Podemos en La Rioja, Kiko Garrido, colocó a su pareja, Nazaret Martín, como contable del partido y luego intentó enchufarla como consejera de Participación y Cooperación del Gobierno regional. Al final desistió, debido al escándalo provocado en los medios.
Debido al caso Dina-Iglesias y a la investigación judicial sobre la financiación de Podemos, ahora se encuentra en la cuerda floja la vicepresidenta tercera del Congreso de los Diputados, Gloria Elizo, cuya pareja, Pablo Fernández, ha sido gerente del partido.
La web de Podemos dirigida por Dina Bousselham (a la que numerosos medios señalaron en 2015 como la «nueva novia» de Pablo Iglesias, que acababa de romper con Tania Sánchez) ya ha decretado la caída en desgracia de Gloria Elizo por su estrecha amistad con José Manuel Calvente, el abogado que ha destapado la corrupción del partido tras ser despedido con una falsa acusación de acoso sexual.
Todo esto es una broma comparado con lo ocurrido en la franquicia catalana de Podemos. La alcaldesa Ada Colau creó para su actual pareja, Adrià Alemany, el cargo de Responsable de Relaciones Institucionales de Barcelona en Comú. Ambos proceden de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), de la que Colau fue portavoz.
La anterior pareja de Ada Colau fue Jaume Asens, al que colocó como tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, con un sueldo público de 98.192 euros. Antes de entrar en política, Asens fue el abogado del asesino Rodrigo Lanza, de varios yihadistas y de tres miembros de la banda terrorista ETA.
Jaume Asens también fue quien aconsejó a Carles Puigdemont y a Toni Comín que huyeran de España tras el golpe de Estado del 1-O y contrataran como abogado a Gonzalo Boye, quien fue condenado a 14 años de cárcel por colaborar con la banda terrorista ETA en el secuestro de Emiliano Revilla. Como hombre de la máxima confianza de Pablo Iglesias, en las últimas elecciones generales Jaume Asens ha sido el cabeza de lista de En Comú Podem por Barcelona al Congreso de los Diputados. La actual pareja de Asens es la actriz Leticia Dolera, referente del feminismo hasta que despidió a una actriz por quedarse embarazada.
Por abreviar. Durante su etapa como primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Gerardo Pisarello enchufó a su pareja, Vanesa Valiño, como asesora de la Concejalía de Vivienda con un sueldo público de 51.298 euros brutos anuales. Pablo Iglesias ha colocado ahora al independentista Pisarello como secretario primero de la Mesa del Congreso de los Diputados.
Otro teniente de alcalde de Ada Colau, Eloi Badia, enchufó a su pareja, Tatiana Guerrero, como asesora de la Alcaldía. Y la concejal de Vivienda, Lucía Martín, enchufó a su novia, Alicia Ramos Jordán, como asesora del área de Ecología del Área Metropolitana de Barcelona.
Un caso más cómico es el del diputado autonómico de En Comú Podem David Cid Colomer, que siempre es pareja de la segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona: primero estuvo con Laia Ortiz y ahora con Janet Sanz. El sueldo de ambas es de 98.192 euros anuales.
También se llevaban a casa un sueldo público por duplicado el ex líder de Podemos en Cataluña Albano Dante Fachin y su pareja, Marta Sibina, que fue la número 2 de En Comú Podem al Congreso de los Diputados por Barcelona. Ahora ella se ha incorporado al Consell de la República creado por Carles Puigdemont desde Bruselas para agitar el independentismo.