Si Sánchez baja escaños y hay ‘sorpasso’ los críticos exigirán su dimisión y crear una gestora
Si el próximo 26 de junio, el candidato a la Moncloa del PSOE, Pedro Sánchez, empeora los resultados electorales y, además, se produce el anunciado sorpasso de Unidos Podemos al Partido Socialista, tal como indican las encuestas, los críticos con el secretario general exigirán su dimisión y la creación de una gestora que dirija al la formación hasta el próximo Congreso Federal, el cual fue pospuesto sine die hasta que se forme Gobierno de España. Fuentes socialistas aseguran que este es el peor escenario con el que se podría encontrar Sánchez pero cada vez cobra más fuerza, sobre todo tras el último barómetro preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que indica que el PSOE no ganaría en ninguna comunidad el 26J, ni siquiera en Andalucía y Extremadura, donde venció el 20D.
El CIS vaticina el sorpasso de la coalición Unidos Podemos y sus confluencias sobre el PSOE, al que podría aventajar en hasta doce escaños. Los socialistas encabezados por Pedro Sánchez pasarían a ser la tercera fuerza política en el Congreso, algo inédito en la reciente historia democrática con un 21,2 % de los apoyos y entre 78 y 80 escaños, diez o doce menos que los obtenidos en diciembre. La suma de Unidos Podemos y el PSOE permitiría alumbrar una nueva mayoría parlamentaria de izquierdas que agruparía algo más de 170 escaños. Sin embargo, el PSOE no está dispuesto a un pacto de gobierno que convierta a Pablo Iglesias en presidente, en Ferraz barajan un acuerdo con los de la formación morada si el Partido Socialista se mantiene como la segunda fuerza, lo que le permitiría a Sánchez alcanzar la Moncloa. Sin embargo, ante este escenario el candidato socialista volverá a encontrar a muchos de frente en su partido, contrarios a cualquier acuerdo con Pablo Iglesias.
Los críticos con Sánchez lo tienen claro, éste tendrá que dimitir si los resultados electorales coinciden con los pronósticos del CIS. En este sentido, comienza a cobrar fuerza la idea de crear una gestora, que tendría que dirigir al partido hasta el Congreso Federal y propiciaría la abstención en favor del partido más votado el 26J, el PP, para una legislatura corta en la que el PSOE se rearme desde la oposición y levante de nuevo el partido.
El propio Mariano Rajoy ya ha indicado que “se puede gobernar en minoría si el resto de las fuerzas políticas no quieren hacer una coalición”. El presidente del Gobierno en funciones considera que es muy difícil pero asegura que él no abdicará y que intentará gobernar.
Sánchez afronta una situación que se presume complicada tras el 26J, peor que la de los meses en los que intentó formar Gobierno sin éxito tras los comicios de diciembre. El partido se encuentra totalmente dividido sobre cómo proceder en materia de acuerdos y las expectativas que anuncian las muestras demoscópicas son muy malas.
Mientras y ante cualquier maniobra de sus críticos, él ya ha anunciado que consultará a sus militantes los pactos que pueda negociar con otros partidos después de los comicios, como ya hizo con su acuerdo con Ciudadanos, y evita referirse a cualquier otro escenario que no sea el de la victoria y a sus posibles consecuencias en la clave interna de su partido. Ninguno en público quiere pronunciarse sobre qué haría el PSOE en caso de quedar tercero en las elecciones generales del 26 de junio y tener la llave para dar el gobierno al PP o a Podemos, y señalan quitan importancia a la encuesta del CIS que apunta al sorpasso dado que el 30 % de los españoles aún no ha decidido su voto.
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