Independentismo en Cataluña

Sánchez y Rufián quieren celebrar en secreto el resto de las reuniones de la mesa de negociación

Sánchez ERC
Pedro Sánchez y Gabriel Rufián.
Joan Guirado

Ni luz ni taquígrafos. Lejos de la transparencia que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en sus pactos con el separatismo, el PSOE y ERC ya valoran decretar «secretas» algunas de las reuniones de la mesa de negociación entre el Gobierno de España y el Govern de la Generalitat de Cataluña pactada por ambas formaciones para facilitar la investidura del líder socialista. Fuentes de ambos partidos explican que se trata de emular lo que ocurrió durante aquella negociación. «Dio buenos frutos», dicen.

Sánchez ha propuesto constituir la mesa el próximo lunes 24 de febrero en el Palacio de La Moncloa. La fecha, tal como avanza OKDIARIO, se acordó ayer en una reunión entre los socialistas y ERC en el Congreso. Pero nadie se lo había comunicado a Quim Torra hasta este miércoles, antes de las diez de la mañana, mediante una llamada del gabinete de Moncloa.

En una conversación informal con periodistas en los pasillos del Congreso, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, también ha defendido esta mañana llevar «con absoluta discreción» las citas de esta mesa de negociación para evitar que descarrile. Básicamente es la fórmula que han utilizado los dos partidos, con Rufián y Adriana Lastra a la cabeza, para pactar la fecha del 24 de febrero a espaldas de la Generalitat.

El precedente de la investidura

Durante la negociación para investir a Sánchez , Lastra y Rufián se reunieron en distintas ocasiones en secreto, tanto en el Congreso de los Diputados y como fuera de él. El equipo negociador de ambas formaciones, con Lastra, Rufián, José Luis Ábalos, Salvador Illa, Marta Vilalta y Josep Maria Jové también se vieron en Barcelona, el día antes de la reunión anunciada a los medios, en un edificio discreto de la Zona Franca sin cámaras ni testigos. Durante esas negociaciones los dos partidos también dificultaron al máximo la labor de los medios, negando la entrada a periodistas y gráficos, incluso negándose a valorar alguno de los encuentros.

A diferencia de lo que ocurrió durante la negociación del apoyo de ERC a la investidura de Pedro Sánchez, con esta mesa socialistas y republicanos suman un nuevo actor que no parece especialmente dispuesto a entrarles al juego: JxCAT. Al partido de Quim Torra y Carles Puigdemont les incomoda sentarse en la misma mesa que los socialistas y además en año electoral. Por eso, apuntan algunas fuentes, podría llegar a celebrarse «una mesa paralela» entre el Gobierno y ERC.

La mesa de negociación es el precio que el líder del PSOE tuvo que pagar a ERC para que los de Oriol Junqueras le facilitaran la investidura con su abstención. El acuerdo admite que la mesa negociará sobre cualquier asunto, sin líneas rojas ni más límites que los del «ordenamiento jurídico», sin citar expresamente a la Constitución. Los separatistas ya han advertido de que plantearán el derecho de autodeterminación y la amnistía de los golpistas encarcelados.

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