Sánchez regala a Marruecos material policial por más de 10 millones en medio año para frenar las pateras
La avalancha de pateras a Canarias prosigue y el presidente del Gobierno pasa por el chantaje tras haber impulsado el efecto llamada a la inmigración desde su propio Gobierno: en medio año, Pedro Sánchez ha regalado material policial a Marruecos por valor de más de 10 millones de euros. El último regalo, casi millón y medio de euros traducidos en 90 quads para las patrullas policiales de Marruecos. Y todo ello, con tal de intentar que los inmigrantes ilegales a los que el propio Gobierno de Sánchez llamó a venir a España, sean frenados por Rabat.
Marruecos manda. Pedro Sánchez necesita frenar las pateras que siguen llegando a Canarias, pero no quiere usar la Marina española ni adoptar ninguna reforma legislativa que descontente a sus votantes. Resultado: no le queda otra que pagar a Marruecos para que sea este país el que frene a los inmigrantes ilegales que se embarcan con el objetivo de alcanzar las costas de Canarias.
Por ello, el Gobierno de España acaba de volver a pasar por taquilla. En medio de una de las peores olas de inmigración ilegal sufridas por España -en poco más de un año más de 30.000 personas han llegado de forma ilegal a las costas de las Islas Canarias-, el Gobierno de Pedro Sánchez ha firmado un nuevo regalo de casi un millón y medio de euros al reino de Marruecos. Y el obsequio son 90 quads que, según detalla el pliego de condiciones al que ha tenido acceso OKDIARIO, servirán para apoyar al Ministerio del Interior marroquí en «la gestión integrada de fronteras y de la migración en Marruecos».
El contrato se divide en dos partidas, una de 30 quads y otra de 60, unos con cambio de marchas automático y otros con cambio manual, que deberán ser entregados en Tánger en menos de un año por las empresas que ganen los contratos de ambos lotes.
El importe comprometido por parte del Gobierno de España asciende a 1.481.040 euros después de impuestos, divididos en dos lotes de 392.040 euros y 1.089.000 euros.
El órgano que adjudica este contrato es la Secretaría General de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración Políticas Públicas. Se trata de una entidad que se caracteriza por la gestión de fondos de cara a la cooperación internacional que lleva proyectos por todo el mundo. El patronato de esta Secretaría está compuesto por miembros importantes del Gobierno de Pedro Sánchez.
Carmen Calvo, al frente
Está presidido por la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, y sus dos principales vocales son la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, y el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo. Entre sus vocales está también Ione Belarra, flamante nueva ministra de Agenda 2030.
Pero no se trata, ni mucho menos, del primer regalo a Marruecos para implorar que controle la salida de inmigrantes ilegales a los que el Gobierno español no quiere poner barreras en las costas de Canarias.
El mismo organismo protagonista de esta última compra -la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración Políticas Públicas- ya compró en noviembre 130 vehículos nuevos marca Toyota para las Fuerzas de Seguridad del reino de Marruecos. En esa ocasión el gasto fue de 8,6 millones. La compra se realizó, de hecho, mientras las quejas de la Guardia Civil no dejaban de surgir por el lamentable estado de algunos de sus vehículos. Algunos de los coches de la Benemérita machacados y sin repuesto, de hecho, podrían haber ido al mismo objetivo de controlar a los inmigrantes ilegales en España. Pero, claro, eso implica que el Gobierno aparecería ante sus votantes como un Ejecutivo que hace cumplir la ley en materia de inmigración. Y ese es un coste por el que el Gobierno de Pedro Sánchez no quiere pasar.
La compra de 130 vehículos formaba parte, además, de un programa europeo en el que España se comprometió a adquirir a través de la misma fundación hasta 384 vehículos. En resumen, un gasto conjunto superior a los diez millones de euros, regalados por el Gobierno de Pedro Sánchez a Marruecos en menos de medio año y todo con un objetivo: que sea este reino el que frene a los inmigrantes ilegales que llegan a Canarias entre aplausos y festejos del PSOE y Podemos.