Sánchez redobla su desafío a Israel: planea reconocer a Palestina como Estado antes del verano

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha redoblado su desafío a Israel, el cual ha puesto fecha a sus planes de reconocer a Palestina como Estado antes del verano: lo hará entre abril y julio. Sánchez, que ya ha abierto una crisis con Israel a cuenta de sus desafíos al primer ministro Benjamin Netanyahu, ha reconocido estos planes este lunes en una conversación informal con los periodistas antes de su llegada a Jordania, primera parada en su gira por Oriente Medio, que le llevará también a Arabia Saudí, país que tenía previsto normalizar las relaciones con Israel antes del ataque de Hamás, y Catar, que ha albergado las diferentes rondas de negociaciones entre los terroristas de Hamás y el Gobierno de Israel.

Pedro Sánchez mantiene sus intenciones de utilizar la cuestión palestina para elevar su perfil internacional, como ya ha hecho en el pasado. En concreto, con una rueda de prensa que realizó en el paso fronterizo con Egipto de Rafah, minutos antes de la liberación de los primeros rehenes israelíes secuestrados durante la masacre de los terroristas de Hamás el 7 de octubre. Una idea que desairó a Israel, debido a que las negociaciones se habían realizado con ayuda de Catar y Estados Unidos, pero nunca con la asistencia de ningún miembro del Gobierno de Pedro Sánchez, que por entonces estaba formado por integrantes de Podemos, que se habían manifestado en contra de Israel en diferentes ocasiones.

El jefe del Ejecutivo ya había expresado su intención de que en la presente legislatura España reconociera el Estado de Palestina en diferentes ocasiones. Ya en el pasado 22 de marzo participó en una reunión en Bruselas con sus homólogos de Irlanda (Leo Varadkar), Malta (Robert Abela) y Eslovenia (Robert Golob), en la que se comprometieron a ese reconocimiento y hacerlo cuando «pueda suponer una contribución positiva y las circunstancias sean las correctas». En cambio, estos líderes europeos no han fijado una fecha concreta en el calendario.

Sánchez se prepara el reconocimiento del Estado de Palestina de cara a la apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas, cuyo debate se celebrará en septiembre en Nueva York. Sánchez quiere impulsar una conferencia de paz que facilite la solución de los dos estados, que lleva encima de la mesa diplomática durante décadas, apoyar el papel de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, cuestionada por la participación de sus empleados en la masacre del 7 de octubre, y exigir la liberación de los rehenes israelíes en manos de Hamás.

Todavía así, de su viaje destaca que no se haya escrito una reunión con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, clave en los intentos de normalización de las relaciones con Israel, que tiene en su hoja de ruta colocar a su país en el mapa global a través de la participación de Arabia Saudí en diferentes foros internacionales. Hace pocos días Arabia Saudí ha conseguido la Presidencia del foro de la ONU que promueve la igualdad de género y los derechos de las mujeres, muy cuestionada por los diferentes países de la comunidad internacional. 

Pedro Sánchez intenta apropiarse de la solución de dos Estados, la cual se ha planteado desde hace varias décadas. Es el marco propuesto para resolver la situación entre Israel y los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania, mediante el establecimiento de dos Estados para dos pueblos: Israel para el pueblo judío y Palestina para el pueblo palestino. En 1993, el Gobierno israelí y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) acordaron un plan para aplicar una solución de dos Estados como parte de los Acuerdos de Oslo, que condujeron a la creación de la Autoridad Palestina (AP).

Un primer intento de partición del territorio en 1948 dio lugar a un Estado israelí, pero no a un Estado palestino, y Cisjordania y la Franja de Gaza cayeron bajo dominio jordano y egipcio, respectivamente. En la Guerra de los Seis Días de 1967, Israel capturó y ocupó Cisjordania, la Franja de Gaza y otros territorios árabes.