Elecciones en Extremadura

Sánchez empuja al PSOE a su peor resultado en Extremadura: 18 escaños, sólo 7 más que Vox

El PP se distancia a 11 asientos del PSOE tras empatar en 2023

El peor resultado hasta la fecha habían sido los 28 diputados de Fernández Vara

Gallardo Extremadura

El PSOE ha cosechado este domingo su peor resultado electoral en Extremadura en toda la democracia. La candidatura de Miguel Ángel Gallardo, procesado por la presunta contratación a dedo del hermano del presidente, David Sánchez, apenas ha logrado un 26% de los votos y se ha quedado con sólo 18 escaños, a 11 del PP.

Los socialistas están más cerca de Vox que de la candidatura de María Guardiola: el partido de Santiago Abascal le pisa los talones con sólo 7 representantes menos. El resultado de los socialistas en los comicios extremeños es menos de la mitad de los 41 asientos que llegaron a tener hace décadas en una región que ha sido históricamente de izquierdas. Hasta ahora, el peor dato para ellos había sido los 28 asientos obtenidos en 2023. Gallardo ha perdido 10 de esos representantes en la cámara autonómica.

La representación del PSOE se queda ahora más cerca de Vox que del PP. Los socialistas, que empataron con el PP en los anteriores comicios, ahora se han quedado a 11 asientos de los populares. Mientras tanto, Vox se ha quedado a 7 representantes de los socialistas. Los de Abascal han subido seis escaños, hasta los 11 diputados en la cámara de la comunidad. La caída del PSOE se ha producido en apenas dos años, ya que la candidatura de Gallardo ha perdido 10 escaños respecto a la del ex presidente de la Junta extremeña Guillermo Fernández Vara en 2023.

Y es que la hegemonía socialista en la región fue casi total durante cuatro décadas. El PSOE tuvo 7 mayorías absolutas en el pasado, alcanzando hasta 39 escaños en 1991 con Juan Carlos Rodríguez Ibarra, su mejor resultado. Gallardo ha caído 21 asientos por debajo, menos de la mitad de escaños que entonces. Esos éxitos del PSOE extremeño ya han quedado atrás bajo el liderazgo de Gallardo.

La situación es aún más sangrantes si se pone la lupa sobre las grandes ciudades. En Badajoz, el descalabro del PSOE es mayúsculo. La candidatura de Gallardo sólo ha podido ser tercera fuerza, tres puntos por debajo de Vox. Los electores de Cáceres también asestan un severo correctivo al partido de Sánchez: se quedan a 33 puntos del PP, tres veces menos que la candidatura de Guardiola. Por su parte, en Mérida, donde está la sede socialista, los de Gallardo se quedan 20 puntos por debajo de los populares.

Y en la ciudad natal de Gallardo, donde el político del PSOE fue alcalde durante dos décadas, Villanueva de la Serena (Badajoz), los socialistas sólo han podido ser segunda fuerza a ocho puntos del PP de Guardiola.

Ni la suma de izquierdas supera al PP

El bloque de la izquierda se hunde a sólo 25 asientos. Ahora, la suma de los dos partidos, PSOE (18 escaños) y Podemos (7), se queda por debajo de lo que ha obtenido el PP aisladamente.

María Guardiola, la candidata del PP y actual presidenta extremeña, ha vencido las elecciones con 42% de apoyo, lo que se traduce en 29 escaños. La popular, sin embargo, tendrá que pactar con Vox (11 representantes) para poder seguir al frente del Ejecutivo autonómico porque no ha alcanzado los 33 asientos que dan la mayoría absoluta.

En Ferraz no era día de celebración: no había ningún ministro. Sólamente ha estado la portavoz, Montse Mínguez, y los componentes de la secretaría de Organización: Anabel Mateos, Borja Cabezón y Rebeca Torró. Esta última ha comparecido en una rueda de prensa sin preguntas desde la sede nacional del partido, en un día lúgubre en el cuartel general de los socialistas.

Fuentes del PSOE admitieron que el candidato Gallardo «no había sido el idóneo» y reconocían desde primera hora de la noche que iban a sufrir un «mal resultado». De hecho, ponían el foco especialmente en lo perjudicial que sería para ellos bajar de 20 escaños. El diagnóstico que hacían desde Ferraz es que no habían sido capaces de «movilizar  al electorado de izquierdas», especialmente en núcleos que habían sido históricamente bastiones socialistas.

Un candidato con mochila

Enfrente, Gallardo era un candidato con una mochila muy pesada. El líder regional del partido de Pedro Sánchez es uno de los imputados en el caso David Sánchez. Y es que los juzgados de Badajoz investigan si el hermano del presidente del Gobierno fue contratado a dedo en 2018 por la Diputación de Badajoz del PSOE con un sueldo público de 55.000 euros pese a no ir a trabajar. Ocupó el puesto de director de la Oficina de Artes Escénicas, un puesto creado específicamente para el hermano de Sánchez.

Gallardo anunció su decisión de incorporarse «de forma inmediata» como diputado a la Asamblea regional tras conocer que iba a ser procesado. Ese movimiento le otorgaría la condición de aforado, algo que le habría permitido ser juzgado en el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, en lugar de en la Audiencia Provincial de Badajoz. Finalmente, la justicia declaró ese aforamiento como fraude de ley y devolvió el caso a la juez Biedma.

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