Sánchez busca votantes: acelera la nacionalidad para los nietos de exiliados que viven en el extranjero
Este cambio, que ha entrado en vigor esta semana, permitirá agilizar la gestión de las peticiones de nacionalidad por opción
El Gobierno ha agilizado la concesión de la nacionalidad para los nietos de los exiliados durante la Guerra Civil que residen fuera de España. Así, el Ministerio de Justicia ha modificado el derecho de opción a la nacionalidad española establecido en la Ley de Memoria Democrática, introduciendo herramientas telemáticas para la solicitud de cita previa para la solicitud de la nacionalidad para los descendientes de españoles exiliados por la Guerra Civil y la dictadura. Este cambio introducido por el organismo encabezado por Félix Bolaños, que ha entrado en vigor esta misma semana, permitirá agilizar la gestión de las peticiones de nacionalidad por opción y garantizar un proceso más rápido para los solicitantes.
A partir de ahora, las personas interesadas en ejercer su derecho de opción a la nacionalidad española podrán solicitar una cita a través de estas herramientas online. El sistema garantizará la identificación del solicitante y registrará la fecha y hora de la solicitud. Este sistema de cita previa online permitirá a las Oficinas Consulares gestionar las solicitudes de manera más organizada y eficiente.
Al realizar la solicitud de cita previa a través de las herramientas telemáticas, el sistema proporcionará un acuse de recibo como prueba de la misma. Este acuse de recibo será fundamental para acreditar que la solicitud de cita se ha realizado dentro del plazo de vigencia establecido en la disposición adicional octava de la Ley de Memoria Democrática, independientemente de la fecha en la que se obtenga la cita presencial para presentar la documentación original.
La autodenominada Ley de Memoria Democrática, aprobada gracias a Bildu y que entró en vigor en octubre del 2022, facilita el acceso a la nacionalidad a los hijos y nietos de españoles exiliados por la Guerra Civil y la dictadura o emigrantes por otras cuestiones. La nueva ley amplió los supuestos para acceder a la nacionalidad, pudiendo optar a ella quienes hayan nacido fuera de España y tengan padre, madre, abuelo o abuela originariamente españoles, pero que hubieran perdido o renunciado a la nacionalidad española por haber «sufrido exilio». También los hijos nacidos fuera de España de madres que perdieron su nacionalidad española por haberse casado con un extranjero antes de la entrada en vigor de la Constitución de 1978. En tercer lugar, los hijos mayores de edad de aquellos que obtuvieron la nacionalidad española, acogiéndose a la anterior Ley de Memoria Histórica.
Ley de Sánchez y Bildu
La llamada Ley de Memoria Histórica de José Luis Rodríguez Zapatero limitaba las nacionalizaciones a dos generaciones, pero la nueva ley la amplía a los bisnietos. Además, a diferencia de la norma de 2007, que limitó la concesión a los descendientes de exiliados hasta 1955, la ley de Sánchez y Bildu lo extiende hasta el 28 de diciembre de 1978. En el primer periodo, se presumirá la condición de exiliado, de forma que los descendientes no habrán de aportar prueba documental.
No es la primera vez que los consulados recurren a una treta para acelerar la concesión de la nacionalidad. Como ya contó este periódico, en algunos centros -algunos tan representativos y numerosos como el de México- se insta además a los nietos de los exiliados a cursar ya su solicitud de nacionalidad sin necesidad de esperar a que la de su progenitor haya sido resuelta. De esta forma, todos los expedientes quedarán vinculados, agilizando así su resolución. La ley establece un plazo de dos años para solicitar la nacionalidad, que podrá ampliarse otro año más.
Todas esas maniobras para promover las nacionalizaciones se suman a la instrucción remitida en su día por Justicia, y desvelada por este diario, en la que se impulsaba la concesión de la nacionalidad a los hijos y nietos de españoles emigrados con independencia de si el motivo de la salida de España había sido el exilio o no.