"Memoria Democrática"

El Gobierno ordena dar la nacionalidad a nietos de exiliados a los que se la denegó Zapatero

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Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Gobierno ha agilizado la concesión de la nacionalidad para aquéllos que la solicitaron con la llamada Ley de Memoria Histórica de Zapatero, de 2007, y la vieron denegada. Se trata de una reivindicación de los descendientes de exiliados, cuya situación no encajaba en la norma anterior y sí en la nueva ley, mucho más generosa. El Ministerio de Justicia ha dado las instrucciones para que estos casos, muchos recurridos y pendientes aún de solución, puedan ser desatascados. Se trata de un paso más en el interés del Ejecutivo de Pedro Sánchez por promover nuevas nacionalizaciones.

La autodenominada Ley de Memoria Democrática, aprobada gracias a Bildu y que entró en vigor en octubre pasado, facilita el acceso a la nacionalidad a los hijos y nietos de españoles exiliados por la Guerra Civil y la dictadura o emigrantes por otras cuestiones. La nueva ley amplió los supuestos para acceder a la nacionalidad, pudiendo optar a ella quienes hayan nacido fuera de España y tengan padre, madre, abuelo o abuela originariamente españoles, pero que hubieran perdido o renunciado a la nacionalidad española por haber «sufrido exilio». También los hijos nacidos fuera de España de madres que perdieron su nacionalidad española por haberse casado con un extranjero antes de la entrada en vigor de la Constitución de 1978. En tercer lugar, los hijos mayores de edad de aquéllos que obtuvieron la nacionalidad española acogiéndose a la anterior Ley de Memoria Histórica.

El proceso de Zapatero limitaba las nacionalizaciones a dos generaciones, pero la nueva ley la amplía a los bisnietos. Además, a diferencia de la norma de 2007, que limitó la concesión a los descendientes de exiliados hasta 1955, la ley de Sánchez y Bildu lo extiende hasta el 28 de diciembre de 1978. En el primer periodo, se presumirá la condición de exiliado, de forma que los descendientes no habrán de aportar prueba documental.

Qué pasa con aquellos descendientes que vieron rechazada su solicitud de nacionalidad con la ley de 2007 era una de las dudas más frecuentes en los consulados. El Ministerio de Justicia ha elaborado finalmente un oficio en el que aclara esta cuestión. Los interesados que no fueron nacionalizados con la ley de Zapatero y recurrieron esa decisión podrán solicitar la nacionalidad bajo la nueva ley. El procedimiento seguirá su curso normal si el solicitante desiste de su recurso. Más aún, si ese recurso es estimado, la nacionalidad se concederá de forma automática.

No es la primera vez que los consulados recurren a una treta para acelerar la concesión de la nacionalidad. Como ya contó este periódico, en algunos centros -algunos tan representativos y numerosos como el de México- se insta además a los nietos de los exiliados a cursar ya su solicitud de nacionalidad sin necesidad de esperar a que la de su progenitor haya sido resuelta. De esta forma, todos los expedientes quedarán vinculados, agilizando así su resolución. La ley establece un plazo de dos años para solicitar la nacionalidad, que podrá ampliarse otro año más.

Todas esas maniobras para promover las nacionalizaciones se suman a la instrucción remitida en su día por Justicia, y desvelada por este diario, en la que se impulsaba la concesión de la nacionalidad a los hijos y nietos de españoles emigrados con independencia de si el motivo de la salida de España había sido el exilio o no.

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