El Rey no permitirá otra investidura salvo que le lleven el pacto «hecho y requetehecho»
El Rey Felipe VI no nombrará a ningún candidato a menos que le lleven el pacto hecho al 100%. Casa Real no tendrá que proponer nuevamente un candidato a la Presidencia del Gobierno en estas tres semanas si no se ponen de acuerdo los grupos parlamentarios y las matemáticas son favorables a un Gobierno estable. El 23 de abril es la fecha límite para respetar los plazos institucionales y fuentes de Zarzuela aseguran que «a no ser que el pacto esté hecho y requetehecho» el monarca no quiere arriesgarse a nombrar a nadie si no existe la certeza de que se podrá formar un Gobierno estable.
Felipe VI tiene estas semanas ocupadas con diferentes actos institucionales, según la agenda que envía Casa Real a los periodistas. Actos que, en caso de haber algún avance en las negociaciones o un pacto in extremis se podrían cancelar fácilmente. En caso de que el 23 no hubiera respuesta, el monarca podría esperar hasta el 27, ya que al día siguiente se convocaría el Pleno de la Cámara. Felipe VI es consciente de que cada audiencia con los representantes de cada partido ha sido analizada con lupa y quiere mantenerse ‘neutral’ y en permanente contacto con el presidente del Congreso, Patxi López.
El Jefe del Estado cumplirá los plazos antes de disolver las Cortes, ya que el 3 de mayo tendría que publicarse el Real Decreto en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para que el día 26 de junio se celebrasen los nuevos comicios respetando los 54 días necesarios. El pasado 4 de marzo, fue un día histórico en la democracia de España tras salir fallida la investidura del candidato del PSOE, Pedro Sánchez. Fue la primera vez que un líder no lo consigue ni en primera ni en segunda votación, pues obtuvo 219 votos en contra y sólo 131 a favor.
Tras esta perspectiva y el ‘no’ anterior de Mariano Rajoy, Casa Real decidió ser prudente emitiendo un comunicado en el que anunció su decisión de «no iniciar, por el momento, nuevas consultas, de manera que las formaciones puedan llevar a cabo las actuaciones que consideren convenientes a los efectos de lo previsto en el artículo 99 de la Constitución».
Fue el tiempo de Sánchez, quien lo intentó ‘por activa y por pasiva’, también sin ‘luces ni taquígrafos’, con reuniones como la del líder de ERC, Oriol Junqueras, y así poder sumar (sin los independentistas no daban las cuentas). Sin embargo y a última hora, un Pablo Iglesias apresurado por romper las negociaciones dejó ‘descolocado’ a todo el equipo socialista que revisaba las posibles coincidencias en el último borrador entregado. Una reunión en la que nadie se enteró de nada, a juzgar por las impresiones de cada portavoz. PSOE aseguró que la reunión «fue muy buena»; Ciudadanos calificó de «imposible» el pacto con Podemos y los de Iglesias, que tardaron 11 horas en contestar, se bajaron del tren poniendo como excusa un referéndum a sus bases. Las negociaciones están rotas.
A estas alturas, los representantes de las distintas fuerzas siguen vendiendo esperanza apostando por un Gobierno de gran coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos defendido por el presidente en funciones y del Partido Popular, Mariano Rajoy y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. Un gesto que el PSOE rechaza al pretender que sea Sánchez quien presida el Ejecutivo, a pesar de contar solamente con 90 diputados. Algo por lo que no pasa Rajoy si se sienta a negociar. Sin embargo, fuentes populares aseguran que Rajoy «le llamará».
Ante esta situación y si no hubiera acuerdo antes del 27, la Constitución señala que el jefe de Estado firmará el decreto ley de disolución de las Cortes y se convocarán nuevas elecciones.