Rajoy elude la presión del PSOE y no abordará el modelo de financiación hasta que se normalice Cataluña
El Gobierno no renuncia a contar con Cataluña en el diseño del próximo sistema de financiación y por ello, no prevé cerrar un nuevo acuerdo antes de que constituya el próximo gobierno y la situación se normalice.
En fuentes ‘populares’ confirman que «no tiene sentido abordar ninguna reforma sin tener un interlocutor» en la comunidad y ello implicará que la negociación, comprometida por Mariano Rajoy en la última Conferencia de Presidentes para antes de finales de año, se retrase, al menos, hasta bien entrada la primavera. El escenario supone un revés para Pedro Sánchez, presionado por los barones para que urja al Ejecutivo a abrir ya las negociaciones sobre el nuevo modelo.
En su comparecencia, este miércoles, en la comisión de Presupuestos, el propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, prometió que la reforma se abordará «en las próximas semanas» y consideró que «lo ideal» sería que Presupuestos Generales del Estado de 2018 incorporasen ya el nuevo modelo. No obstante, según la previsión del Gobierno, la aprobación de las cuentas no se produciría, al menos, hasta marzo. Un margen suficiente para negociar el nuevo sistema y, al mismo tiempo, intentar una nueva interlocución con la Generalitat.
El Ejecutivo de Carles Puigdemont renunció en su día a participar en la comisión de expertos que, en los últimos meses, se ha encargado de esbozas las propuestas de esa reforma. Precisamente, sus conclusiones tendrán que estar ultimadas antes de este viernes para pasar ya al Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde serán evaluadas. En paralelo, el ministerio de Montoro ha empezado a abordar el nuevo modelo en varias reuniones bilaterales, en el marco del Consejo.
Apoyo del PSOE
Además, el Ejecutivo da mucha importancia a lograr el acuerdo de las formaciones políticas y para ello pretende utilizar la comisión territorial del Congreso, impulsada por el PSOE. Consideran que ese foro, apoyado por el PP y sin embargo con las ausencias de Podemos y los independentistas, puede ser el marco idóneo para las conversaciones con los socialistas, con vistas, además, a un apoyo en los Presupuestos. La comisión, que se constituyó este mes, tiene un plazo de seis meses para elaborar sus conclusiones, lo que dilataría también el acuerdo.
Esta comisión tiene, entre sus fines, la revisión del modelo de financiación, aunque sus objetivos trascienden a otros ámbitos, como el análisis de la sentencia del TC sobre el Estatut o una evaluación de las competencias transferidas a las autonomías.
El retraso en la aprobación de un nuevo modelo de financiación, y la aprobación, prevista para este jueves en el Congreso, del nuevo Cupo vasco, ha provocado un sonoro malestar entre los dirigentes autonómicos del PSOE. El secretario general telefoneó este miércoles a sus barones para calmar la crisis interna y prometerles una mayor presión sobre el Ejecutivo.
Los líderes socialistas se sienten agraviados porque el Ejecutivo haya priorizado la negociación sobre el Cupo con vistas a contar con el PNV en la negociación presupuestaria.
La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, consideró que la negociación debería ir «en paralelo» al Cupo y urgió una vez más a Rajoy a disponer cuanto antes de un nuevo modelo de financiación.»Sería intolerable, una barbaridad, que no cumpla su palabra», reclamó durante una visita oficial a Bruselas. Díaz apremió a que no finalice el año sin un nuevo modelo de financiación y destacó que «eso es lo que debe hacer un presidente responsable».
Por su parte, el presidente valenciano, Ximo Puig, reprochó también que «no tendría ningún sentido» que se aprobara el Cupo vasco y no así el nuevo sistema de financiación.
Precisamente la financiación fue uno de los temas abordados en la reunión entre la permanente del PSOE y la ejecutiva de los socialistas valencianos celebrada en la sede del PSPV en la tarde del lunes, tras la que el secretario general socialista exigió al Gobierno que «cumpla con sus compromisos sin más dilaciones».
El presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, reclamó también este martes una financiación autonómica que sea solidaria y rechazó la posibilidad de extender el modelo de concierto para Cataluña, que consideró «un apaño». Fernández lamentó que la inestabilidad política derivada de las sucesivas elecciones generales en España y la crisis catalana hayan retrasado su aprobación.
Pese a las críticas, los socialistas apoyarán este jueves «sin complejos» la aprobación del Cupo, como confirmó la portavoz Margarita Robles, porque el concierto económico que rige la relación financiera entre el País Vasco y la Administración General del Estado es un «hecho diferencial constitucional reconocido».