El PDeCAT exige a Sánchez recuperar la figura del relator y un indulto ‘light’ a los presos golpistas

El partido de Quim Torra y Carles Puigdemont no ha dado por cerradas las negociaciones con el Gobierno pese a las amenazas al Ejecutivo de Pedro Sánchez. Todo lo contrario, los hombres de Torra han trasladado una triple condición a los socialistas a cambio de apoyar las cuentas del Estado para 2019. Y los tres frentes que exigen los separatistas son: pasos decididos hacia un referéndum de autodeterminación; la recuperación de la polémica figura del relator para negociar entre la Generalitat y el Gobierno; y lo que ellos mismos denominan como un “trato razonable” para los presos. La explicación de estos puntos también ha sido desarrollada y trasladada al Ejecutivo de Sánchez.

De este modo, el primer punto exige, no sólo la voluntad de avanzar en esa senda -cuestión que el PSC ya ha confirmado a los separatistas- sino también el compromiso firme de hacerlo dentro de los meses que puedan quedar de gobernabilidad de Sánchez. Y eso pone las cosas aún más difíciles.

Así, los separatistas exigen un calendario fijado claro y ejecutable de transferencia de nuevas competencias -entre las que se incluye el control pleno de las prisiones con el fraccionamiento del Poder Judicial para que la Generalitat pueda hacerse cargo de los jueces de vigilancia penitenciaria-; y reclaman exactamente igual cambios constitucionales que abran el camino a la realización de un referéndum de autodeterminación. En caso contrario, los separatistas darán por inútil el esfuerzo y el sacrificio de apoyar a Sánchez en sus cuentas del Estado.

El segundo punto incluye la recuperación de la figura del relator. Se trata de la polémica figura que ha desembocado en la movilización del domingo en la madrileña Plaza de Colón para protestar por las traiciones de Sánchez y defender la unidad de España. El relator es una de las últimas cesiones de Sánchez ante los separatistas que demuestra que está dispuesto a negociar en igualdad con la autonomía catalana, como si el todo -España- y la parte -Cataluña- pudieran ser equiparables en soberanía y estatus de nación.

«Trato razonable»

Sin embargo, lo cierto es que pese a que el primer paso del ofrecimiento de esta figura ya fue dado por Sánchez, la falta de acuerdo con Torra sobre el nombre concreto de ese negociador, así como la presión social -materializada en la movilización del domingo pasado en Colón- llevaron al propio Gobierno a asegurar que los separatistas no aceptaban la figura y a retirarla. Pero no es cierto: PDeCAT la acepta, pero siempre que su nombre les convenga y siempre que el resto de requisitos incluidos en esta petición sean igualmente asumidos.

El tercer punto es el que hace referencia a lo que los separatistas denominan como garantías de un “trato razonable” para los presos golpistas que se encuentran ya en el inicio del juicio del 1-O. Para los separatistas, el término razonable significa que sus penas sean reducidas y que, además, el Gobierno se comprometa a tramitar un indulto real o de facto. Entre las piezas para conseguir esta intromisión en la Justicia se encuentran: presionar a los fiscales para que las penas se reduzcan directamente en la acusación materializada en el juicio oral; conceder el control de los mencionado jueces de vigilancia penitenciaria a la Generalitat de forma que, tras la condena, pueda ser acelerada la entrada en beneficios penitenciarios de los golpistas y su posterior excarcelación; o, directamente, el indulto.