Otra de Batet: insta a Marchena a que sea él quien decida si el golpista Sànchez puede reunirse con el Rey

La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, vuelve a pasar la patata caliente sobre los diputados presos al presidente de la sala segunda del Tribunal Supremo, Manuel Marchena.

Según apuntan fuentes cercanas a la presidenta de la Cámara Baja, Batet ha solicitado al grupo parlamentario de JxCAT que ofrezcan «garantías» a la propuesta de Jordi Sànchez como interlocutor con el jefe del Estado.

Dicho en otras palabras, la presidenta del legislativo deja en manos del Tribunal Supremo la foto de un preso con el Rey, que deberá responder a la petición de JxCAT de que el preso salga de la cárcel para acudir a la Zarzuela.

Este mismo mediodía, JxCAT ha registrado un escrito en el Supremo solicitando la salida de prisión del diputado suspendido para reunirse con Felipe VI, en una fecha que aún no se conoce.

Si Manuel Marchena no ve inconveniente en que Jordi Sànchez salga de prisión para acudir al Palacio de la Zarzuela, Batet propondrá su nombre a la Casa del Rey, que acto seguido tendrá que tramitar la invitación al presidente de JxCAT. Aunque en la actualidad su condición como diputado está suspendida, puede ser propuesto igualmente como representante a la ronda de contactos para elegir candidato a la investidura.

La ronda de contactos se recoge en el artículo 99 de la Constitución, pero no obliga a que deba ser un diputado quien acuda a la ronda de contactos. En 2016 fue el entonces presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, por entonces presidente de Asturias, quien acudió en representación de los socialistas.

Si el presidente de la sala segunda del Tribunal Supremo autoriza la salida durante unas horas del presidente de JxCAT de la cárcel de Soto del Real, se producirá la temida foto de un preso acusado de rebelión con el Rey, ya que la presidenta del legislativo no se opone a proponer a un acusado por rebelión como representante de JxCAT. Una foto que genera una profunda incomodidad en el palacio real.