El nuevo ‘Piolín’ donde Sánchez hacina a los policías desplegados en Cataluña
En el cuartel de Bruc se han habilitado catres supletorios y literas adicionales en los pasillos
En habitaciones para ocho personas se instalarán diez agentes
Las unidades de UIP (antidisturbios) desplazadas por Interior a Cataluña como refuerzo a los efectivos destinados en Cataluña para cubrir los eventuales altercados de orden público que puedan producirse durante la celebración de la Diada denuncian que han vuelto a ser instalados en condiciones de hacinamiento y de higiene lamentables.
Los primeros grupos desplazados y llegados este jueves a Barcelona (unidades procedentes de Zaragoza y La Coruña) se han encontrado que el alojamiento seleccionado para su estancia durante las próximas semanas – el Cuartel de Bruc, en la Avenida de la Diagonal- ofrece condiciones inadecuadas para el descanso y la pernocta de los agentes, repitiéndose el escenario ya denunciado el año pasado por estas fechas con motivo de la operación Copérnico, que confinó a los policías en el barco ‘Piolín’.
Los efectivos de antidisturbios comparten habitaciones con literas, de dimensiones reducidas para la estatura y complexión de los agentes, en pabellones de hasta 40 personas o espacios reducidos donde se acumulan 10 literas en cubículos previstos para un máximo de 8 personas. Además, según ha podido saber OKDIARIO, los baños y aseos son escasos, viejos y de uso común para hasta 5 agentes.
Las imágenes a las que ha tenido acceso OKDIARIO muestran que la falta de espacio ha hecho necesario habilitar catres supletorios y literas adicionales en zonas comunes y de paso, como los pasillos, sin espacio para que los agentes puedan disponer de huecos razonables para la instalación de sus equipajes y enseres personales.
Los policías con los que ha podido hablar OKDIARIO y que ya se encuentran recién llegados a Cataluña denuncian que, una vez más, las condiciones de alojamiento de un cuerpo de élite que se despliega para prestar un trabajo que requiere un descanso y dieta adecuados, hayan sido relegadas una vez más por el Ministerio del Interior a un plano secundario, abandonando a su suerte a «quienes siempre están para la defensa de los valores y los principios constitucionales».
Como el año pasado
Los agentes destacados en Barcelona temen que en las próximas semanas sean protagonistas de una reedición del abandono logístico y alimentario que ya sufrieron el año pasado con motivo de su presencia en Cataluña para garantizar la seguridad y cumplimiento de las sentencias judiciales que ordenaban su intervención para impedir la celebración del referéndum ilegal del 1-O.
En aquella ocasión permanecieron hasta más de tres meses desplazados en condiciones inhóspitas, instalados en localizaciones donde no se reunían unas mínimas condiciones de habitabilidad para una situación prolongada y con menús que no eran adecuados ni en cantidad, ni en calidad ni en variedad, como ellos mismos denunciaron con numerosas pruebas gráficas.