Junts se burla de ERC tras la fuga de su diputado: «Ni él se fiaba de la amnistía»

La huida a Suiza de Rubén Wagensberg, diputado de ERC investigado por terrorismo en la causa de Tsunami, ha vuelto a agrietar la relación del partido de Oriol Junqueras con Junts per Catalunya. Los de Carles Puigdemont se regodean y aprovechan esta decisión de Wagensberg para defender su ‘no’ a la Ley de Amnistía. «Ni él se fiaba de la amnistía que ERC aceptó del PSOE», dicen desde el entorno del líder moral de Junts.

El pasado mes de noviembre, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón pidió al Tribunal Supremo que investigue por un delito de terrorismo en la causa de Tsunami al expresidente catalán Carles Puigdemont, a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y a otras diez personas, entre ellas Wagensberg, que es secretario cuarto de la Mesa del Parlament.

Para Junts, la «decisión acertada» del diputado republicano Wagensberg de exiliarse «ha demostrado que la amnistía no es tan robusta ni efectiva como decían» en ERC. El diputado autonómico, miembro de la mesa del Parlament y que está de baja médica por ansiedad tras saberse investigado por terrorismo, ha explicado en una entrevista concedida a El Món a RAC1 que»me da pánico volver a Cataluña viendo cómo se está poniendo la situación».

El rechazo de Junts a la medida de olvido penal ha caído como un jarro de agua fría en el Palau de la Generalitat -y en Bruselas, donde este martes y miércoles se encuentra Aragonès, junto a Iñigo Urkullu-. Los tres han coincidido en el mismo hotel, a escasos metros del edificio Berlaymont que alberga la Comisión Europea, con el ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. Tampoco ha trascendido hasta ahora si se ha producido algún tipo de contacto entre ellos, en plena tormenta política entre el Gobierno y sus socios.

El secretario general de Junts, Jordi Turull, trasladó anoche al número tres del PSOE, Santos Cerdán, que no se moverán «ni un milímetro» en este mes de margen en el que la ley vuelve a la Comisión de Justicia del Congreso. Los dos negociadores del PSOE y Junts mantuvieron una «tensa» conversación telefónica, según confirman fuentes cercanas a ambos dirigentes políticos, en la que comprobaron que las posiciones siguen muy contrariadas. Y que alcanzar un acuerdo para dar luz verde definitiva a la Ley de Amnistía va a ser «difícil». Junts avisa, además, que sin amnistía no hay Presupuestos ni prácticamente legislatura.

A su llegada al aeropuerto de Zaventem, pasadas las 22:30 horas, y con el rostro cansado, el ministro Félix Bolaños comentaba en una conversación informal con los periodistas que «quienes pierden son ellos», haciendo referencia a Junts.

ERC pide responsabilidad a Junts

En el barrio europeo, en el que se mira con atención todo lo que rodea esta Ley de Amnistía, el president de la Generalitat, Pere Aragonés, ha sostenido antes de reunirse con Urkullu que la Ley de Amnistía «no debería ser puesta en riesgo». El dirigente de ERC, censurando el comportamiento de Junts, ha llamado a la responsabilidad de todas las partes. Para el presidente regional, «la Ley de Amnistía es necesaria para poder acabar con el dolor que están sufriendo centenares de personas en Cataluña».

Tras lo ocurrido este martes en el pleno del Congreso, que causó sorpresa en las filas de prácticamente todos los grupos parlamentarios, al ser los mismos redactores de la ley los que la acabaron rechazando, Aragonés ha instado en «abrir una etapa de negociación, diálogo y discusión sobre la soberanía», así como de «restauración de los derechos y libertades de todos los ciudadanos en Cataluña», ha dicho textualmente.

El president no se ha atrevido a pronosticar si la legislatura de Sánchez está o no en riesgo por la actitud de Junts. «Hay una oportunidad histórica para conseguir grandes avances, la amnistía es uno de ellos, pero también para poder abordar la resolución del conflicto de soberanía entre Cataluña y España», ha concluido.

Fuera de micros, en los pasillos del Parlamento Europeo, algunos de los colaboradores más cercanos de Aragonés hablaban sin tapujos de lo sucedido y de lo que hizo Junts. «Están locos» decía un dirigente de ERC, en referencia a los que hasta hace poco eran sus socios. «Sobre todo el abogado que tienen, Gonzalo Boye está loco» repetía. «No se entiende que hace dos meses dijeran que la ley era muy buena, que la habían redactado toda ellos, que no iban a presentar enmiendas y que ayer votasen en contra».