Ministerio de Igualdad

Montero insiste en que es «víctima de violencia política»: «Se nos exige ser santas»

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Gonzaga Durán

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha asegurado que «a las víctimas de violencia política se les exige ser santas y perfectas en todo lo que hacen». Así lo ha defendido durante la inauguración del seminario Violencia política por razón de género: avances y desafíos en Iberoamérica, celebrado este viernes en la sede de su ministerio.

«A las víctimas de violencia política se les exige ser santas y perfectas en todo lo que hacen. Cuando ya las feministas sabemos desde hace mucho que las mujeres podemos ser víctimas de cualquier forma de violencia contra las mujeres sin necesidad de ser seres de luz por ello», ha sostenido la dirigente podemita.

Irene Montero ha recordado el caso de la actual delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, que, según la ministra, sufrió acusaciones por un «complot de un juez corrupto» que «fabricó un proceso judicial falso» por el que tuvo que dimitir como diputada. A pesar de ello, ha remarcado que Rosell «pudo demostrar su inocencia, aunque eso le ocasionara un daño público».

La responsable de Igualdad también ha recordado la crítica que le hizo la diputada de Vox Carla Toscano hace unos meses en el Congreso, cuando afirmó que el «único mérito» de Montero fue «haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias». Esto se produjo durante un debate en la Cámara Baja sobre la aplicación de la ley del sólo sí es sí, que hasta el momento ha beneficiado a más de 1.000 agresores sexuales, rebajándoles sus condenas. De ellos, 115 ya han sido excarcelados.

«Podemos tener personalidades difíciles, podemos tener conflictos con nuestras amigas o con nuestras familias. Podemos cometer errores, podemos no hacerlo todo bien, pero como seamos, no justifica las violencias que sufrimos ni nos desacredita como víctimas. Necesitamos un trabajo fuerte para poder identificar la violencia política en todas sus formas», ha precisado.

En este sentido, Montero afirma que la violencia política contra las mujeres la sufren también «las que están en el movimiento feminista, la sociedad civil, los medios de comunicación y en la judicatura». Por ello, pide una «responsabilidad del Estado» para «proteger y garantizar la participación política de las mujeres en la vida pública y en los diferentes ámbitos».

La ministra de Igualdad defiende que es difícil «identificar» la violencia política. «Ese ejercicio de disciplinamiento es contra el que debemos permanecer más alerta, porque al final la violencia política no ocurre porque sí», ha enfatizado.

«Violencia contra el ministerio»

Por su parte, la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, asegura que su ministerio «sufre violencia política simbólica», al igual que «las comunicadoras, las periodistas, las activistas, feministas y, en particular Irene Montero».

«Hay una violencia política muy dura en los últimos años. Creo que merece la pena que sea nombrada, en primer lugar, porque este ministerio sufre esta violencia de manera simbólica como la sufren otras tantas mujeres que están en los ámbitos públicos como son las comunicadoras, las periodistas, las autoridades, activistas, feministas y tantas otras mujeres que, a día de hoy, sufren esta violencia y tienen muy difícil defender públicamente los derechos de las mujeres, pero creo que particularmente es el caso del Ministerio y, por supuesto, Irene Montero, un caso que merece ser analizado», ha señalado.

Rodríguez Pam sostiene que «en ocasiones se confunde la violencia política con un mero insulto en redes sociales». «En otros ámbitos estas amenazas son consideradas delitos y esto es una cuestión sobre la que debemos reflexionar», ha apostillado.

«Es fuerte que una ministra o que un activista pueda recibir una amenaza de ser violada por seguir defendiendo la ley y los derechos de las mujeres para evitar que otras mujeres sean violadas», ha zanjado la secretaria de Estado de Igualdad.

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