Los hosteleros de Burgos abrirán este sábado como protesta ante las restricciones

Covid
Juanan Jiménez
  • Juanan Jiménez
  • Responsable de la mesa de coordinación. Especializado en información nacional e internacional, breaking news, periodismo de datos y visualización, también escribo sobre motor y tecnología.

No pueden más. Su situación es agónica. Por eso, un grupo formado por más de 100 hosteleros de Burgos ha decidido rebelarse ante las restricciones abriendo sus negocios esta sábado. La Junta de Castilla y León impuso unas duras medidas ante la evolución del Covid que afectaron gravemente al sector.

Los hosteleros participantes justifican esta «protesta» en la «agónica situación» de la hostelería, que «está cobrando tintes dramáticos y muy preocupantes» en la ciudad, en la que muchos locales ven imposible garantizar su supervivencia.

Las mismas fuentes han señalado que mientras crece la incertidumbre sobre cuándo y en qué condiciones se permitirá al sector reabrir sus establecimientos, «las diferentes administraciones públicas se pasan el balón para ver quién tiene que ayudar».

Asimismo, han destacado que «los días pasan y la situación de muchas familias y empresas se agrava por momento» hasta el punto de que muchos establecimientos no podrán continuar con su actividad.

En este sentido, han advertido de que no se trata de una cuestión de voluntad ni de solidaridad sino de supervivencia y han dejado claro que, si bien la salud es lo primero, los hosteleros han adoptado «siempre» todas las medidas oportunas para garantizar la seguridad.

Por todo ello, más de un centenar de hosteleros de Burgos ha comunicado que llevará a cabo «un acto de desobediencia civil» y abrirá las puertas de sus negocios de 12.30 a 14.30 horas y de 18.00 a 22.00 horas, mientras que a las 12.00 horas se leerá un manifiesto de la plaza del Huerto del Rey.

«No abrimos para realizar la actividad ordinaria, sino como advertencia a las administraciones de que necesitamos, de manera inmediata, medidas que acaben con las restricciones y nos permitan trabajar», han sentenciado.

Las medidas

El pasado 3 de noviembre la Junta de Castilla y León decidió endurecer las medidas para controlar la pandemia. Entre ellas, un golpe a la hostelería y a los comercios que se prolonga en el tiempo y que está convirtiendo la vida de las familias que dependen de este tipo de negocios en un calvario. La comunidad que preside Alfonso Fernández Mañueco ordenó el cierre de bares, restaurantes y centros comerciales, después de que su territorio registrase más de 828 contagios por cada 100.000 habitantes.

– Clausura de la hostelería y la restauración salvo los servicios de comida a domicilio y para llevar.

– Cierre de los centros y parques comerciales, excepto de aquellos establecimientos que ofrezcan bienes y servicios de primera necesidad y aquellos que tengan una superficie inferior a 2.500 metros cuadrados y cuenten con acceso directo desde la calle.

– Se mantiene abierto el comercio minorista.

– Cierre de los centros deportivos e instalaciones bajo cubierto, con la excepción de las competiciones oficiales, que deberán desarrollarse sin público.

– Suspendidas las visitas a los centros residenciales de personas mayores y también los centros de protección de menores, aunque con excepciones (sin detallar por el presidente en su discurso).

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