Crisis del coronavirus

El Gobierno que no vio necesaria la mascarilla quiere ahora regular el tipo que se usa y su recambio

Tribunal Constitucional
Pedro Sánchez, Carmen Calvo y Adriana Lastra en el Congreso de los Diputados. (Foto: EFE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Gobierno considera conveniente regular el uso de las mascarillas por parte de la población, en lo relativo al tipo de estas prendas de protección y su reutilización, mediante la correspondiente normativa sanitaria o de consumo. Así se pronuncia el Ejecutivo en una respuesta por escrito en el Congreso de los Diputados, a una pregunta del diputado de Vox, Juan Luis Steegmann. El parlamentario se interesaba por la previsión del Gobierno de realizar  «algún estudio sobre la correlación entre el tipo de mascarillas y su tasa de recambio por el usuario, con la incidencia de Covid-19».

En su exposición, el diputado de la formación de Santiago Abascal argumenta que el virus SARS-CoV-2 «de un tamaño de unos 100 nanómetros, viaja por el aire formando parte de partículas de diversos tamaños, como gotas y aerosoles y puede permanecer en suspensión durante horas». Y prosigue resaltando la «importancia de usar mascarillas en las personas con el virus. Por todo ello, es fundamental establecer la capacidad de filtrado de los materiales para fabricarlas».

«Pero al emitirse al aire se hacen más pequeñas cuando se evapora el agua que contienen. Las partículas gruesas tienden a depositarse con rapidez, pero las más finas permanecen en suspensión durante horas o incluso días. El virus puede permanecer activo en suspensión en el aire más de tres horas», advierte. Por ello, sigue Steegmann, «la concentración de virus en el ambiente varía dependiendo de la localización». «Un estudio realizado en Japón, basado en el seguimiento de contactos, ha concluido que el contagio es 19 veces más probable en espacios interiores que exteriores», señala.

En este contexto, apunta además a que «la eficacia de los dispositivos de protección depende de tres factores: la eficiencia de filtración del material; el ajuste del dispositivo al rostro; y el objetivo de la filtración, ya sea filtrar la emisión de partículas de unas persona enferma, o filtrar partículas del aire ambiente inhalado por una persona sana».

El Gobierno admite que «la cuestión del tipo de mascarillas utilizadas y su tasa de recambio, por parte de la ciudadanía, se considera que es un tema de interés, pero difícil de analizar cuantitativamente desde el punto de vista científico, por la dificultad en reproducir las condiciones en un laboratorio».

Y añade que: «En todo caso, sí parece conveniente que se procure regular dicho uso, en lo posible, mediante la correspondiente normativa sanitaria o de consumo, independientemente del interés de poder estimar de modo preciso la relación entre dicho uso y la incidencia de la Covid-19, dado que esta incidencia depende de muchos factores».

Dudas sobre las quirúrgicas

Varias comunidades autónomas ya han adaptado sus normativas para prohibir determinados tipos de mascarillas. El País Vasco, por ejemplo, se convirtió en octubre en la primera Comunidad en prohibir las mascarillas de tela en hospitales y centros de salud, debido a que muchas de ellas no están homologadas. La decisión se extiende por centros sanitarios de otras regiones, como Galicia o Valencia.

Otras comunidades también prohíben las mascarillas FFP2 y FFP3 con válvula exhalatoria «salvo en los usos profesionales en que pueda estar recomendada». Estas mascarillas sólo protegen del contagio a la persona que las lleva y fueron calificadas por Fernando Simón de «egoístas».

En cualquier caso, de la respuesta del Gobierno resulta llamativo que se desconoce el impacto del tipo de mascarillas, y su reutilización, en la probabilidad de contagio.

Recientemente, además, ha surgido el debate sobre la capacidad de protección de las mascarillas quirúrgicas, después de que un investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), José María Lagarón, asegurase rotundo, en el programa Ya es mediodía, de Telecinco, que éstas «no nos protegen del coronavirus en espacios cerrados».

El experto explicó que «el problema de los interiores es que, si no están bien ventilados, los aerosoles sobre los que viaja el virus no son parados de manera eficiente por una quirúrgica» porque «están diseñados para parar bacterias». De este modo, en su opinión, lo recomendable sería usar mascarillas de tipo FFP2.

El jefe de alertas de Sanidad, Fernando Simón, ha reiterado en cambio en varias ocasiones que «la mascarilla quirúrgica es la más recomendable para la población en general».

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