El Gobierno envía otros 800 guardias a Cataluña para sumar una fuerza total de 3.000 efectivos extra

Mossos
Un agente de la Guardia Civil junto a varios efectivos de los Mossos. (Foto: EFE)
Carlos Cuesta
La fuerte situación de tensión y la escasa colaboración de los Mossos está llevando al Gobierno a adoptar una movilización masiva de efectivos con objeto de controlar la escalada de violencia actual y los posibles tumultos que se prevén para el 1-O.
La nueva relación de fuerzas ha sido ya comunicada a los mandos de la Guardia Civil con el siguiente mensaje: «USECIs confirmadas por Estado Mayor, Mando de Operaciones Territoriales de Guardia Civil: Pamplona, Sevilla, Cádiz, Almería, Jaén, Algeciras, Granda, Murcia, Gijón, Ciudad Real, Guadalajara, Ovieda, Huelva, Cáceres, Badajoz, Huesca, Zaragoza y Burgos. Orden de encontrarse en la Cabecera de Comandancia asignada de la Zona de Cataluña, antes de las 14 horas del día 27 de septiembre actual».
Se trata de un nuevo envío masivo: de 800 agentes. Una fuerza que se sumaría a los 1.200 policías nacionales ya enviados y a los 869 guardias civiles previamente destinados a Cataluña de forma extraordinaria con el objetivo de contar con casi 3.000 efectivos adicionales especializados en el control de masas ante lo delicado de las próximas fechas.

La Guardia Civil pide voluntarios

Los fuertes requerimientos de personal de seguridad, de hecho, han forzado a que este nuevo envío de agentes de la Benemérita ya no pueda ser de GRS -como sí fue el inicial- y «es que se está llegando al máximo operativo real de posibilidades de traslado de agentes», destaca un mando de la Guardia Civil. La situación de emergencia, de hecho, ha provocado que el cuerpo de la Benemérita haya recurrido a la solicitud de voluntarios debido al sacrificio que empieza a suponer para los integrantes de este cuerpo -el que menos cobra y el que antes se está desplazando para cubrir la pasividad de los Mossos-.
La crispación por las escenas vividas los pasados días en Cataluña también se ha mezclado en este asunto. Y es que son mayoría los sindicatos de la Guardia Civil que creen que debería tomarse el mando directo de los Mossos por parte del Gobierno, especialmente porque el cuerpo catalán disponible allí cuenta con 17.000 efectivos y, por lo tanto, si no estuvieses «realizando sus tareas con una evidente pasividad», no por los propios agentes, sino «coartados por la pasividad de sus mandos», no se debería estar haciendo el ingente esfuerzo del resto de fuerzas y cuerpos de seguridad para garantizar el orden en Cataluña, señalan desde uno de los sindicatos de la Guardia Civil.

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