Fatiga, cefaleas y los otros 5 efectos secundarios que Sanidad reconoce en la vacuna

Lo reconoce el propio Ministerio de Sanidad en un informe: la vacuna de Pfizer/BioNTech, la que se está inoculando ahora mismo en residencias de ancianos de toda España, tiene efectos secundarios (aunque no son graves). Especialmente tras la segunda dosis, la que se pone 21 días después de la primera. Las más habituales son las reacciones alérgicas locales, la fatiga y las cefaleas. Eso sí, según constata Sanidad, estos efectos adversos son menos frecuentes entre mayores de 55 años.

Así figura en el documento que recoge la última Estrategia de vacunación frente a COVID-19 en España, un informe técnico elaborado por el Grupo de Trabajo Técnico de Vacunación COVID-19, de la Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones. Un grupo de expertos -este sí existente- formado por una treintena de profesionales de la medicina de diversos ámbitos, con representación nacional y autonómica y también integrantes de sociedades médicas.

En el anexo de ese documento, de 13 páginas, se incluye una breve descripción del tipo de efectos secundarios que se han asociado hasta el momento con la vacuna de Pfizer, la única que de momento cuenta con la autorización para su uso por la Agencia Europea del Medicamento.

Según recoge, «los efectos adversos más comunes fueron reacciones locales (84.1%), fatiga (62.9%), cefalea (55.1%), mialgias (38.3%), escalofríos (31.9%), artralgias (23.6%) y fiebre (14.2%)». Es decir, cansancio, dolores de cabeza, escalofríos, dolores musculares y fiebre o febrícula, los principales síntomas asociados a un proceso gripal común.

Sanidad asegura además que los efectos son más frecuentes «tras la segunda dosis». Es decir, no en la primera inyección -la que se llevó a cabo el pasado domingo-, sino en la dosis que debe recibir cada paciente pasados 21 días de la primera.

Por otra parte, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que es en última instancia quien firma ese documento, asegura que los síntomas adversos tras la vacunación son «menos frecuentes» en los pacientes de 55 años o más. Es decir, que los mayores están menos expuestos a sufrir algún tipo de reacción que pueda poner en peligro su salud.

Efectividad de la vacuna

Todos estos datos se extraen de los resultados de la «fase II/III en la que participan 37.706 de 16 o más años (18.860 que recibieron una dosis de vacuna y 18.846 que recibieron suero salino como placebo)», explica Sanidad.

«El objetivo primario fue evaluar la incidencia de COVID-19 bien en aquellos sin evidencias de infección previa (36.523) como en aquellos que sí la tenían (3.614). La seguridad se evaluó en 37.706 individuos seguidos hasta dos meses después de recibir la segunda dosis. El 21.4% tenían más de 65 años y el 20.3% tenían comorbilidades.

Con esos datos es posible conocer la eficacia exacta de la vacuna -comparando a quienes la recibieron y a quienes recibieron placebo-: se sitúa entre el 93,8% y el 95%. Por ejemplo, es especialmente eficaz en casos de pacientes con patología basal, donde marca un máximo del 95,4% de eficacia.

Además, Sanidad recuerda en el documento que la vacuna puede producir algunas reacciones alérgicas importantes, tal y como se constató tras vacunar a dos sanitarios británicos. Por ello, como recomendó la Medicines and Healthcare Products Regulatory Agency (MHRA) británica, se ha contraindicado la vacuna a aquellas personas con historial de alergias a vacunas, medicinas o alimentos.

Los posibles efectos secundarios también vienen reflejados en el prospecto del ‘Comirnaty’, el nombre comercial de la vacuna de Pfizer:

Propaganda gubernamental

Al margen de los detalles médicos sobre el inicio de la campaña de vacunación, el hito histórico de las primeras inoculaciones de dosis a mayores se ha visto empañado en España por la decisión del Gobierno de convertir la esperada llegada de la vacuna en un acto de propaganda.

La imagen de la caja donde viajaban los viales de la vacuna, acompañados de hielo seco para mantener la cadena de frio, llevaban impresas una pegatina con el logotipo de ‘Gobierno de España’. Algo que no ocurrió en ningún otro país salvo en España, donde Moncloa maniobró con urgencia el sábado para colocar los adhesivos antes de que fuesen fotografiados y difundidas las imágenes de la llegada de la vacuna.

«A las 07:29 horas de este sábado llegaban al almacén de Guadalajara las primeras vacunas contra el #COVID19. Tal y como está previsto, mañana comenzará la vacunación en España, de forma coordinada con el resto de Europa. Es el principio del fin de la pandemia», aseguró el ministro Salvador Illa el pasado domingo.

La propaganda no se quedó ahí. Pilar Cancela, diputada del PSOE en el Congreso, provocó el enfado de cientos de españoles tras decir que «la vacuna las paga el Gobierno de España. Sí, sí, el de Pedro Sánchez». Uno de los que ha respondido con más contundencia ha sido del dirigente de Vox Iván Espinosa de los Monteros: «Nunca he visto un partido que insulte así la inteligencia de sus propios votantes».