El ex director de Acuamed confirmó ante el juez la acusación de Casado sobre Narbona
Pablo Casado ha acusado en los debates electorales a la actual presidenta del PSOE, Cristina Narbona, de estar implicada en el caso Acuamed. Este caso, que ha desvelado OKDIARIO a lo largo de meses, está siendo ya investigado por la Justicia por financiación ilegal del PSOE. Hoy, este diario publica el audio clave de un escándalo que asciende a más de 21 millones de euros cargados a las concesionarias de las desaladoras y a Acuamed con el propósito de realizar campañas de publicidad en favor de Rodríguez Zapatero de cara a las elecciones presidenciales del año 2008. El audio que hoy se puede escuchar en este diario corresponde a la declaración en sede judicial de Carlos Massa, el que fuera director general de la empresa pública de aguas.
En esta grabación, el directivo señala que era Narbona la que realizaba los encargos de las campañas de publicidad. Es más, aclara que en la empresa se afirmaba abiertamente que “si lo ha encargado Narbona, que lo pague Narbona”. Una frase que deja constancia de que, ni siquiera en la propia empresa pública dependiente del Ministerio de Medio Ambiente que comandaba en aquel momento Narbona, se compartía la práctica que se llevaba a cabo.
“Si se lo ha encargado Narbona, que se lo pague Narbona. […] Lo que me dijeron mis jefes”. Así de rotunda fue la frase, pronunciada ante el juez Velasco en 2016, que recordó el que fuera director general de Aquamed, Carlos Massa, cuando en la investigación del caso en la Audiencia Nacional le preguntaron por los extraños y cuantiosos contratos que lanzaba esta empresa pública, y que acababan pagando compañías adjudicatarias de los contratos de las desoladoras y que, casualmente, se realizaron cuatro meses antes de las elecciones de 2008 con lemas que defendían puntos de los programas electorales de los socialistas. Hay que recordar que 2008 era año electoral y Zapatero se volvía a presentar para ganar las generales.
Carlos Massa, el autor de la declaración, fue director general de Acuamed entre 2009 y 2012. Y la frase fue escuchada por el juez tras ser preguntado si conocía el contrato entre Acuamed y la agencia de publicidad Bassat Ogilvy, la encargada de esa campaña. El importe de la misma -más de siete millones de euros- fue distribuido entre 30 empresas y abonado por todas ellas. Esas empresas eran adjudicatarias de los contratos de las desaladoras.
Massa añadió en su declaración que “no lo he visto escrito en ningún sitio… Fue el Ministerio de la época, según me han contado, quién decide hacer una campaña de contraimagen”.
Campaña promovida por Zapatero
La campaña fue promovida por el Gobierno de Zapatero y defendía las desaladoras en contra del trasvase del Ebro, uno de los grandes caballos de batalla del ex presidente socialista y uno de sus grandes fracasos. Pero la campaña fue encarada para decir lo contrario, para “quebrar el discurso de la oposición”, como se alegó en otro de los informes: había que decir que las desaladoras estaban siendo un éxito. La campaña se presentó en el verano de 2007 poco menos de un año antes de las elecciones. Y tuvo el nombre de El mar, fuente inagotable de vida.
El Programa del Agua, programa marco en el que se lanzaba toda la publicidad y promoción, arrancó definitivamente en noviembre de 2007, cuatro meses antes de las elecciones generales, con un coste cercano a los 7,5 millones de euros en publicidad.
Y Cristina Narbona fue quien ordenó cargar a estas empresas la campaña y, además, cargar a las cuentas de Acuamed otra campaña de publicidad de 7 millones de euros con un único fin político. El fin último de la campaña de la empresa pública de aguas no era otro que «la quiebra interna del discurso de la oposición», es decir, del Partido Popular.
El Informe de Actividades 2007 de Acuamed, incorporado ya al sumario judicial, dispara las evidencias de que la empresa pública bajo mando de Cristina Narbona –ministra de Medio Ambiente en 2007– multiplicó sus gastos publicitarios con el fin de albergar una financiación ilegal de la campaña del PSOE y Zapatero a las generales de 2008. Durante ese año 2007 el volumen de gasto interno en la sociedad pública se disparó para acometer más de siete millones en gastos publicitarios con el informe en contra de la Intervención.
La frase figura sin disimulo en la página 16 del documento “Informe de Actividades 2007: Impacto de la comunicación sobre la percepción del Programa AGUA y sus actuaciones”. Allí se puede leer que “el discurso pro trasvase genera fricciones entre los niveles autonómico, nacional y local en la oposición”. Y añade: “Su solución a este conflicto interno (redirigir esfuerzos sólo a criticar la desalación) nos beneficia porque es el debate que queremos”. Pero ese debate no era una cuestión de Acuamed, como señaló la Intervención al descalificar el gasto por no ser el objeto de la sociedad pública gestora de las desaladoras. Lo era de Zapatero, que quería evitar la pérdida de voto en el Levante por culpa del plan de las desaladoras. Lo era, por lo tanto, y en definitiva, del PSOE.
Por eso el informe admitía expresamente que buscaba un arma de estrategia política: de “quiebra interna del discurso de oposición ( del Partido Popular)” ( pagina 16 del Documento).
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