Casi 40.000 españoles se contagiaron la semana entre que Sánchez jaleó el 8-M y confinó a toda España
La última actualización de la serie histórica de datos sobre contagios del coronavirus revela que las cifras reales de infecciones durante la primera ola eran muy superiores a lo que reconocía el Gobierno de Pedro Sánchez. Así lo certifica el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), dependiente del Ministerio de Sanidad. Esos miles de contagios que han ido durante meses sumándose discretamente a los archivos de datos oficiales muestran, por ejemplo, que en la semana que transcurrió desde que Sánchez jaleó en redes la participación en las manifestaciones del 8M y el decreto del estado de alarma que confinó al país se sumaron cerca de 40.000 contagios.
El dato es significativo y da una muestra de la situación epidemiológica real en la que estaba España en esas cruciales primeras semanas de marzo. Días en los que la pandemia era poco menos que una exageración y en los que el Gobierno mantenía su agenda orientada a otras cuestiones, como el feminismo o la ley de libertad sexual.
El 6 de marzo, el presidente socialista jaleaba desde su cuenta de Twitter los festejos del 8-M, Día de la Mujer, que se iba a celebrar dos días después pese a la alerta sanitaria internacional.
Libres para decidir, para pensar, para hacer, para decir.
Os acompañamos en esta lucha para lograr la igualdad real entre mujeres y hombres. Sin descanso. Porque sin feminismo no hay futuro, sin igualdad no hay democracia.#DíaInternacionalDeLaMujer pic.twitter.com/i91PpspALL
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) March 6, 2020
Desde el 1 de enero -fecha en la que comenzaron los contagios- hasta ese 6 de marzo, como se sabe ahora en base a los repositorios de datos oficiales, se habían registrado en España 6.331 contagios. Sólo una semana pasó desde el llamamiento del presidente del Gobierno a tomar las calles bajo la pancarta feminista hasta que el Ejecutivo aprobó el decreto del estado de alarma y confinó a todo el país durante meses. Una semana que, en términos epidemiológicos, fue clave: desde el 6 al 14 de marzo se diagnosticó el coronavirus a 39.629 españoles en esos 8 días.
Aquella cita del 8M se desarrolló con el beneplácito del Gobierno y a pesar de que tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Unión Europea habían desaconsejado insistentemente la celebración de actos de masas. Fueron más de 600.000 personas las que participaron en unas 480 marchas por todo el país. El Ejecutivo, al día siguiente, confirmó que la situación se había agravado, y que habían conocido los datos ese mismo domingo 8 de marzo por la noche.
España, con 8 veces más casos
La actualización de la serie histórica de casos por parte del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), organismo dependiente del Ministerio de Ciencia, revelan que cuando Sánchez decretó el primer estado de alarma, el 14 de marzo, los contagiados eran 45.960 y no los 5.753 que el Ministerio de Sanidad recogía en su balance diario. Es decir, ocho veces más.
Esto, claro está, según los casos reconocidos por prueba diagnóstica. Porque las infecciones eran, en realidad, muchas más, aunque nunca fueran confirmadas. De hecho, el estudio de seroprevalencia que realiza el Ministerio de Sanidad junto al Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), el Instituto Nacional de Estadística (INE) y en colaboración con las comunidades autónomas, ya reveló en mayo que un 5% de la población presentaba anticuerpos frente al virus.
Las sucesivas actualizaciones de cifras llevadas a cabo por el ISCIII, en base a los contagios acumulados por la Red Nacional de Vigilancia de la Salud Pública (RENAVE), ponen en entredicho la versión oficial del Gobierno a lo largo de toda la pandemia y revelan el caos de gestión dentro del propio Ejecutivo.
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