Crisis del coronavirus

El Gobierno admite que había 8 veces más contagios cuando Sánchez reaccionó al virus en marzo

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Salvador Illa junto a Pedro Sánchez. (Foto: Moncloa)

Los datos siguen confirmando la tardanza del Gobierno de Pedro Sánchez para reaccionar a la pandemia. Mientras el Ejecutivo negaba los riesgos, el coronavirus se extendía ya por toda España. Y así lo demuestran los propios documentos oficiales. La actualización de la serie histórica de casos por parte del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), organismo dependiente del Ministerio de Ciencia, revelan que cuando Sánchez decretó el primer estado de alarma, el 14 de marzo, los contagiados eran 45.960 y no los 5.753 que el Ministerio de Sanidad recogía en su balance diario. Es decir, ocho veces más.

Esto, claro está, según los casos reconocidos por prueba diagnóstica. Porque las infecciones eran, en realidad, muchas más, aunque nunca fueran confirmadas. De hecho, el estudio de seroprevalencia que realiza el Ministerio de Sanidad junto al Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), el Instituto Nacional de Estadística (INE) y en colaboración con las comunidades autónomas, ya reveló en mayo que un 5% de la población presentaba anticuerpos frente al virus.

Fuente: Instituto de Salud Carlos III.

Las sucesivas actualizaciones de cifras llevadas a cabo por el ISCIII, en base a los contagios acumulados por la Red Nacional de Vigilancia de la Salud Pública (RENAVE), ponen en entredicho la versión oficial del Gobierno a lo largo de toda la pandemia y revelan el caos de gestión dentro del propio Ejecutivo.

Casos desde enero

La recopilación de datos revela, por ejemplo, que el 1 de enero habría ya 3 contagios confirmados. «No se ha detectado ningún caso en España. Estamos preparados para afrontar cualquier eventualidad», decía el ministro Salvador Illa, el 28 de enero.

La realidad, en cambio, era bien distinta. Ese día había ya 60 infecciones y el virus se extendía rápidamente por todo el territorio. Pese a los avisos de los organismos internacionales, el Gobierno se empeñó en negar los riesgos hasta después de la manifestación ideológica del 8 de marzo. Se reaccionó tarde y mal. Un día después de esas marchas, alentadas por el Ejecutivo, el escenario de riesgo se elevó de «contención» a «contención reforzada». Se tomaron algunas medidas puntuales, como la suspensión de las clases en determinadas zonas donde se había detectado «transmisión comunitaria», como Madrid, Vitoria y Labastida; se recomendó el teletrabajo y se aconsejó evitar viajes «innecesarios».

Sin embargo, no sería hasta el 13 de marzo cuando el Gobierno fue plenamente consciente de la gravedad. Ese día, Sánchez compareció solemne en La Moncloa para avanzar la declaración del estado de alarma. Aseguró que no cabría descartar que en la siguiente semana se alcanzasen «los más de 10.000 infectados». Por entonces, esa cifra se multiplicaba. El socialista creía confinar a España con 5.000 contagios, pero había más de 45.000.

Con mirada retroactiva, las cifras son demoledoras. Por ejemplo, cuando Sánchez constituyó el primer grupo de expertos, el Comité Científico-Técnico del Covid -el 22 de marzo- Sanidad informaba de 28.572 infectados. La actualización del ISCIII revela ahora que entonces había ya 114.586 contagios.

Como ya reveló OKDIARIO, los contagios el 8 de marzo eran también muy superiores a los que decía el Gobierno. Según Sanidad, por entonces había alrededor de 600 casos en todo el país. Otro fallo en las alertas.

La sucesión de acontecimientos es conocida. El último balance del Ministerio de Sanidad registra 1.381.218 casos en España. Es el tercer país europeo con mayor número de contagios, y la evolución es preocupante. La incidencia acumulada se sitúa actualmente en 529,43 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, por encima del nivel de riesgo extremo que el propio Illa utilizó para confinar Madrid.

Desde que se desató la pandemia, las instrucciones de Sanidad han sido erráticas. A finales de febrero, por ejemplo, Fernando Simón aseguraba: «No es necesario que la población utilice mascarilla, no tiene ningún sentido que la población ahora mismo esté preocupada por si tiene o no tiene mascarilla en casa». El Gobierno admitió meses después que el virus estaba disparado ya entonces y que la gran explosión de contagios se había producido precisamente esa semana.

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