La cara y la cruz en Vistalegre: la victoria y la derrota en imágenes
La Asamblea Ciudadana de Vistalegre II ha concluido, y con ella la batalla por el control del futuro de Podemos. Una batalla que se salda con un claro ganador, el secretario general Pablo Iglesias, y un derrotado: el todavía secretario político y portavoz parlamentario Íñigo Errejón.
Han sido dos días de debate, que nos han dejado instantáneas que revelan con más claridad que las palabras hasta qué punto el cisma de Podemos ha dividido a algunos de sus principales líderes.
Tanto Pablo Iglesias como Íñigo Errejón han intentado escenificar el fin de las tensiones entre las facciones que lideran con un abrazo nada más entrar en el Palacio de Vistalegre este domingo.
El gesto de Errejón deja en evidencia su incomodidad, mientras que a su alrededor destacados partidarios de Iglesias como Juan Carlos Monedero les jalean con el brazo en alto.
Pocos segundos después, Iglesias abraza a Juan Carlos Monedero, uno de sus más fieles partidarios. El gesto de Errejón, que ya no está abrazando a Iglesias, desvela la distancia que separa a ambos, con el todavía ‘número dos’ del partido evitando fijar la mirada en su compañero y contrincante.
De nuevo en una foto de grupo, el rostro serio de Errejón contrasta con las sonrisas de júbilo de sus compañeros, y ni siquiera aplaude con ellos.
En un nuevo intento por demostrar unidad, Iglesias y Errejón volvieron a abrazarse en el escenario después de confirmarse oficialmente la victoria del primero. El rostro de Errejón no deja lugar a dudas sobre su decepción tras salir derrotado ante su rival tanto en el Consejo Ciudadano como en los diferentes documentos organizativos.
Mientras Pablo Iglesias comenzaba su intervención tras revalidar su cargo de secretario general, y los dirigentes de Podemos hacían piña a su espalda, de nuevo destaca el gesto serio y preocupado de Errejón, de los pocos que no sonríe ni alza el brazo.
Y es que Errejón mantuvo el gesto durante toda la intervención de Iglesias, evitando establecer contacto visual con su secretario general, y en contraste con la alegría de los ‘pablistas’ que ocupaban el escenario.
El saludo final vuelve a mostrar a Errejón como la única cara seria de la instantánea. Callado y compungido, el secretario político de Podemos ni aplaude ni celebra, y por supuesto evita mirar a Pablo Iglesias a pesar de encontrarse a apenas unos metros.
Y si Errejón ha sido la imagen del fracaso en Vistalegre II, uno de los rostros más eufóricos ha sido el de Juan Carlos Monedero. Retirado de la dirección de Podemos desde 2015, Monedero se ha erigido en uno de los más fieles defensores de Pablo Iglesias, un apoyo que, con el secretario general reelegido, puede propiciar su vuelta a la primera línea en lugar de un Errejón que puede encontrarse ante sus últimos días como ‘número dos’ del partido morado.