Energía

Sánchez necesita a las nucleares para cumplir con el déficit del 3%: pagan 1.600 millones en impuestos

El funcionamiento de estos operadores de energía ofrece al Estado alrededor de 1.000 millones de euros en impuestos

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Benjamín Santamaría
  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, necesita las centrales nucleares que quiere cerrar para cumplir con el compromiso del 3% de déficit público que mantiene con Europa. En concreto, el funcionamiento de estos operadores de energía ofrece al Estado alrededor de 1.000 millones de euros en impuestos y 600 millones a través de la tasa Enresa, según afirman fuentes del sector a OKDIARIO. Con esta tasa, las empresas titulares de las centrales sufragan la gestión de los residuos radiactivos del combustible gastado de las centrales nucleares que lleva a cabo la empresa pública Enresa.

Así, de la misma manera que Sánchez necesita  el impuesto extraordinario a la banca y a las eléctricas para tener un déficit del 3%, desbaratar las nucleares provocaría un desbarajuste mil millonario en las cuentas públicas.

No obstante, mantener estos altos tributos sería suficiente para acabar con la energía nuclear en España. Fuentes solventes del sector aseguran a este periódico que la gran cantidad de impuestos que deben pagar causa que sean cada vez menos rentables y que las empresas puedan llegar a valorar el cierre voluntario sin necesidad de que el Ejecutivo lo ordene.

Así, las nucleares consideran que no sólo es necesario que el Gobierno de un vuelco en su política de cierre para su supervivencia, sino que es imperioso un pacto institucional para que exista un apoyo constante y duradero.

De media, las centrales de este tipo de energía pagan 28 euros por cada megavatio/hora que producen, mientras en países como Francia tan sólo deben abonar 4 euros MW/h.

Impuestos de Sánchez a las nucleares

En tributos estatales, las empresas pagan 18 euros MW/h, y a eso se le suma la imposición regional. Esto provoca que centrales como la de Almaraz estén aportando 1,3 millones de euros al día en impuestos, algo que el sector considera que es «insostenible».

El hecho de que tengan que abonar 28 euros por MW/h ha llegado a provocar que se pare la producción. Las mismas fuentes del sector indican que, dada la competencia existente en la eólica, los precios eléctricos han llegado a estar a 0 euros por MW/h en algún que otro momento.

Así ha sido, pues, por ejemplo, el pasado 7 de septiembre, el precio de la luz fue gratis durante siete horas. En esas circunstancias, y dado que las centrales nucleares deben de pagar por producir, no les resultó rentable generar energía y algunos sectores se vieron obligados a parar máquinas durante un tiempo.

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Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica.

Así, los altos impuestos que deben abonar se presentan como una de las principales amenazas para el sector, por encima, incluso, de las intenciones del Gobierno de Sánchez de desmantelar todas las centrales nucleares de España. Si esta presión fiscal continúa así, «Almaraz cierra en 2027», lamentan las fuentes.

Las intenciones del Ejecutivo español de cerrar estos generadores son, además, contrarias a las decisiones que están tomando todos los países del mundo. De hecho, España es el único país con nucleares que se está planteando su cierre en estos momentos. El resto quiere mantener o, incluso, tiene planes para levantar más complejos.

Como adelantó OKDIARIO, existen ejemplos como el de Polonia. Allí, la compañía española Ferrovial se encuentra levantando la primera central nuclear del país a través de un acuerdo que, además, le servirá para llevar a cabo obras similares en Ucrania.

Por su parte, Alemania también se planteó el cierre de centrales, pero dio marcha atrás y lo ha reconsiderado. Y es que la Unión Europea también ha cambiado su parecer con respecto a estas energías, pues ahora considera que son verdes y que pueden ayudar a la lucha contra el cambio climático. Otro ejemplo es el de Francia, quien, según las fuentes, «lleva con orgullo su energía nuclear».

En definitiva, mientras el mundo apuesta por las nucleares para llevar a cabo la transición energética y acabar con las emisiones de CO2, la España de Sánchez sigue empecinada en su desmantelamiento, por obra o por omisión, pues, en estos momentos, si las centrales españoles no cierran a través de una orden directa, lo harán por los elevados costes provocados por la presión fiscal del Ejecutivo socialista.

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