El Ibex 35 afianza los 8.700 puntos pese a las dudas sobre el repliegue de tropas rusas
Pese a las caídas que ha llegado a registrar a lo largo del día, el Ibex 35 sube un 0,22% al cierre y salva los 8.700 puntos. Las Bolsas europeas se beneficiaban a primera hora de las menores tensiones en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, la OTAN en lugar de apreciar una retirada de las tropas rusas en la frontera ucraniana ha considerado que incluso se podrían estar incrementado esas fuerzas. Los mercados también esperan la publicación de las actas de la última reunión de la Reserva Federal.
Exactamente, el Ibex 35 cierra el miércoles en los 8.737,2 puntos, al sumar ese 0,22%. El índice nacional fue el martes uno de los grandes beneficiados de la disminución de tensiones en Ucrania, alejándose del soporte de los 8.500 puntos y volviendo a introducirse sobre los 8.700 enteros, zona de resistencia. “El índice vuelve a toparse con la directriz bajista de medio plazo, por lo que cualquier superación de la misma podría impulsar al selectivo a zona de máximos anuales”, apunta el bróker IG.
Almirall se coloca como el mejor valor del Ibex 35 al final de la jornada gracias a sumar un 2,98%. Adelanta así a Arcelormittal, que suma un 2,95% y a Grifols, que se revaloriza un 2,72%. Rovi, que amanecía como la compañía más alcista, cierra con una subida del 1,93%. La farmacéutica se ha visto beneficiada por la ampliación de su acuerdo de colaboración con Moderna, ahora para un plazo de diez años y para la fabricación de medicamentos de ARN mensajero (ARNm) más allá de la vacuna contra la covid-19 en la que ya cooperan.
Siemens Gamesa lidera los descensos, al ceder un 2,26%, seguido de Banco Sabadell y de Banco Santander, con descensos del 1,29% en ambos casos. En cuanto al resto de bancos, BBVA cede un 0,99%y Caixabank, un 0,58%; mientras que Bankinter sube un 0,17%.
Se frena el rebote
De esta forma, las bolsas europeas intentan mantener el tono positivo de la jornada anterior gracias a la moderación del riesgo geopolítico. El martes se reunieron el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el canciller alemán Olaf Scholz, en la que ambos mandatarios se mostraron dispuestos a negociar tras la retirada de parte de las tropas de la frontera con Ucrania.
Las dudas volvían este miércoles a la renta variable después de que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, haya afirmado que por el momento la organización no ha apreciado ninguna desescalada sobre el terreno, sino que incluso podría estar incrementando esas fuerzas. La renovada incertidumbre sobre el conflicto provoca que los precios del petróleo vuelvan a subir. El Brent de referencia en Europa repunta un 2,79%, hasta los 95,88 dólares, al tiempo que el West Texas estadounidense suma un 3%, hasta los 94,83.
Por otro lado, esta mañana se han conocido algunos datos de inflación en distintas geografías. Es el caso de China, donde el IPC subió un 0,9% en enero, mientras que el índice de precios a la producción (IPP), que mide la inflación mayorista, siguió moderando su avance hasta el 9,1%. Ambos indicadores continúan dibujando una línea descendente y marcan unas cifras ligeramente inferiores a lo que pronosticaban los analistas. También se ha conocido la inflación en Reino Unido, que en el primer mes del año se incrementó en una décima, al 5,5%, lo que supone el nivel más alto en 30 años. Según las previsiones del Banco de Inglaterra la escalada de precios británicos no habría llegado a su máximos, previsto para abril en 7,25%, al recoger en su totalidad el incremento del precio de la energía, lo que seguirá empujando a la institución a subir tipos.
Actas de la Fed
Desde el punto de vista de política monetaria, la atención del mercado está sobre las actas de la reunión de enero de la Reserva Federal, por si ofreciesen alguna pista adicional sobre el ritmo de retirada de estímulos en EEUU, tanto en lo referido a subida de tipos, como a la reducción de du balance. La postura del presidente de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, es la de un incrementar los tipos de un punto porcentual para el 1 de julio, lo que implica que el banco central estadounidense suba sus tasas en las tres reuniones previstas antes del verano y que en una de ellas el incremento sea superior a 25 puntos básicos.
El temor de los analistas reside ahora en que el giro en la política monetaria de la Fed sea demasiado brusco, provocando un frenazo excesivo de la economía. Las expectativas de que la institución que dirige Powell suba sus tasas en 50 puntos de golpe el próximo marzo se han disparado hasta el 90%.